//¿Cómo saber si tu caballo está relajado o estresado?

¿Cómo saber si tu caballo está relajado o estresado?

¿Cómo saber si tu caballo está relajado o está enfrentando alguna situación que le provoca estrés? La educadora equina Rachaël Draaisma ha descrito veinte señales que indican calma: parpadeo, entre cerrar los ojos, mirar hacia otro lado, masticar, masticar con la lengua afuera, bostezar, tensar la mandíbula, girar la cabeza, girar el cuello, sacudir el cuello, sacudir el cuerpo, bajar sostenidamente la cabeza / cuello, bajar la cabeza / cuello y doblarlo, curvar el cuello, mirar el flanco, mostrar los cuartos traseros, comer, inmovilizarse y desacelerar.

Recomienda observar el contexto en el que se dan estas señales y no hacer interpretaciones superficiales, ya que a veces estas señales pueden variar:

«Si el caballo se asusta por un ruido en la montaña junto a la pista, la gente a menudo dice: «el caballo es joven» o «es un día ventoso». Y, por supuesto, estas son explicaciones del comportamiento, pero quiero que distingas entre una causa y un desencadenante y busques los desencadenantes. ¿Qué pasó justo antes de que el caballo se asustara? ¿A qué distancia puede observar una señal de calma o características de tensión en su cara o cuerpo? Si hay varias personas de pie junto a su caballo, vea cuántas puede vigilar. ¿Puede vigilar a una persona? ¿Dos? ¿El sexo de la persona es importante para él? ¿Importa cómo se mueven, si hablan alto y a qué distancia se mantienen de él?»

Así mismo, Rachaël sugiere mirar el entorno de forma constante, conocer la conducta del caballo y analizar los estímulos a los que responde para tomar las medidas adecuadas y así evitar que el caballo se ponga muy nervioso. No hacer cambios bruscos previene que el caballo se asuste; por ejemplo, tomar pequeños descansos cuando lo estés ensillando, si el caballo aún no está acostumbrado a la gente, pídeles que mantengan más distancia. Aléjalo de los estímulos que le provocan tensión y crea un plan de acción para que aprenda a controlarlo:

“La idea no es eliminar la tensión por completo, de hecho en la vida cotidiana no es posible ni tampoco deseable ya que la tensión forma parte de la vida. Cada experiencia de aprendizaje conlleva cierta tensión. Descubrir nuevos estímulos es necesario, divertido y trae alegría a la vida: investigar un nuevo pasto, una caja de cartón, otro caballo. Solo tienes que encontrar el equilibrio correcto.»

Si después de un momento de tensión, el caballo vuelve a la calma con facilidad, no hay razones para asustarse o preocuparse. Si la tensión aumenta demasiado y controlar al caballo se convierte en una tarea difícil, será necesario establecer un plan de acción y consultar a un especialista.

¿Por qué debo controlar los niveles de tensión? Con niveles bajos de tensión, los caballos hacen asociaciones positivas y son más capaces de pensar y ejecutar ordenes con menos repeticiones. Lidiar de forma correcta con nuevos estímulos, hará que el caballo esté más relajado y por lo tanto más saludable y estable.