Los caballos de carrera cada vez pueden llegar a más partes del mundo para asistir a los eventos más importanes, a la vez que los sementales y otros caballos hermosos se desplazan regularmente entre diferentes bases, con el servicio de Air Horse One.

Se trata de aviones de carga de última generación con el más alto nivel de bienestar y atención médica. Jim Paltridge ha estado supervisando el transporte de caballos desde 1983 y conoce el lujo que ofrecen algunas de las superestrellas del mundo de las carreras.

«Tienes una primera clase, una clase de negocios y la económica», dijo Paltridge, refiriéndose a las opciones de contenedores de diferentes tamaños disponibles.

«Probablemente el 95% de los caballos en el mundo volarían en económica y aquellos que tienen la suerte de tener dueños que pueden permitírselo volar en clase ejecutiva o en primera clase».

Lujo de primera clase

Paltridge trabaja como director general de IRT, un líder del mercado en transporte de caballos que vuela entre cinco y seis mil caballos en todo el mundo cada año. Compite con los gustos de Intradco Global y Horse Service International en la prestación de dicho servicio.

Paltridge ha ayudado a algunos de los mejores caballos de carreras del mundo a llegar a algunas de las razas más emblemáticas, pero también ha transportado algunas de las crías más valiosas a los establos de todo el mundo.

Los destinos populares incluyen centros de carreras en Europa, Estados Unidos, el Pacífico Sur y los Estados del Golfo. El precio de un boleto puede llegar a decenas de miles, especialmente para la primera clase.

Pero en estos días se pueden reducir los costos de transporte. La Copa Mundial de Dubai, por ejemplo, ofrece un primer premio de $ 7.2 millones de dólares de un acumulado de $ 12 millones.

Paltridge recuerda cómo Black Caviar, la legendaria yegua cuya racha invicta de 25 carreras entre 2008 y 2013 incluyó 15 victorias en el Grupo Uno, causó un gran revuelo cuando voló de su Australia natal a Inglaterra para Royal Ascot en 2012. Ella viajó en primera clase, con un traje de compresión completa en el vuelo y ganó su carrera número 19 consecutivamente.

«Ella era como una estrella del pop», se ríe. «Nunca había visto a un caballo captar el interés público como lo hizo ella y era la primera vez en mi vida que podía entender lo que es ser una estrella del pop. Todas las personas de radio y televisión intentaban contactarme porque tenía algo que ver con el Caviar Negro».