//Rehúses: ¿Por qué pasan y cómo evitarlos?

Rehúses: ¿Por qué pasan y cómo evitarlos?

Las razones por las que un caballo rehúsa son tan numerosas como los derribos. Van desde la desobediencia y la falta de entrenamiento, hasta simple temor. Un buen trabajo de base en piso es imprescindible y hasta que no sepa galopar hacia un obstáculo con ritmo y equilibrio remitiendo el posterior, pocas posibilidades tendrá de saltar bien.

Un animal joven y novato puede rehusar ante un determinado obstáculo por miedo a no entender por qué debe saltar algo tan aterrador. Sólo hasta que entienda que no va a pasarle nada al hacerlo, saltará con agrado cosas similares.

Una mala presentación, como llegar con el caballo precipitado, con falta de impulsión, desconcentrado o molestado por el jinete que se adelanta, serán errores y responsabilidad de quien lo monta.

Por otra parte, un piso resbaladizo puede hacer que pierda confianza. Puede resbalar en la batida, aunque si está bien equilibrado, no debería pasar. Siempre se deben usar ramplones en exteriores, para dar mayor sujeción.

Al caballo que se le exige demasiado, se le invita a rehusar, y si esto ha ocurrido en el pasado, puede volverse voluntarioso y tener momentos de desobediencia. Si está cansado tiene todas las razones para hacerlo, lo mismo si se siente incómodo.

Ahora bien, un jinete con miedo al abordar un obstáculo, pronto transmite ese mensaje a su caballo, y cualquier otro ejemplar también lo notará. Por eso debe permanecer en equilibrio con él entre la mano y la pierna hasta la batida; soltar el contacto en el último instante lleva a rehúses.

Ilustraciones: Miguel Martínez