¿A qué llamamos técnica deportiva? Según Schmidt R (1991) llamamos técnica deportiva al:
“Conjunto de modelos biomecánicos y anatómico-funcionales que los movimientos deportivos tienen implícitos para ser realizados con la máxima eficiencia. Es por tanto una concepción ideal basada en los conocimientos científicos actuales, la cual cada atleta aspira realizar y adaptar a sus particularidades biológicas e intelectuales”.
Esta definición es muy completa y abarca la concepción de patrones y modelos concretos para cada deporte, desde luego muy distintos en cada uno de ellos y especialmente particulares en la técnica deportiva ecuestre.
Estos modelos tienen en cuenta cada gesto deportivo para llegar a obtener un resultado concreto buscando la ejecución de un determinado ejercicio bajo los preceptos de la eficiencia máxima. Estos modelos son de carácter biomecánico, o sea dinámicos, desarrollando un ejercicio deportivo a realizar, teniendo en cuenta la intensidad de ese movimiento, el momento adecuado para realizarlo y la sincronización del movimiento con el resto del cuerpo.
En el mundo del caballo tenemos que añadir a la técnica deportiva un elemento muy especial que nos condiciona a todos. Ese elemento es único en nuestro deporte e imprescindible para llevarlo a cabo. Es a la vez el medio y el fin: el caballo.
Sin los caballos y los ponis no podríamos desarrollar la técnica deportiva ecuestre. Ellos la condicionan a cada momento. Solo ellos nos pueden decir si la intensidad de nuestras ayudas es la adecuada. Solo ellos nos informarán de si nuestra combinación de ayudas en una salida a galope se ha realizado en el momento adecuado y con la intensidad requerida en ese momento.
Podría poner muchos ejemplos para ilustrar este concepto porque he vivido innumerables ocasiones que plasman esta idea, pero os explicaré un ejemplo real vivido hace poco. Este ejemplo pertenece a un jinete con experiencia media, no estamos hablando de un jinete de iniciación.
El entrenador le pide al jinete que haga una transición a galope en el centro del lado menor, el jinete realiza la transición y el caballo da una patada con su pie exterior, a lo que el entrenador le dice: “demasiada pierna exterior, el caballo te protesta porque tu ayuda ha sido exagerada”. La respuesta del jinete fue: “pero si le he pedido la transición muy suave, no entiendo porque me ha protestado”. Respuesta del entrenador: “Si la ayuda es suave o no lo va a decir siempre el caballo, no lo diremos ni tú ni yo. Debes aprender a escucharlo más. Una misma intensidad puede ser excesiva para el caballo un día determinado y otro día será insuficiente, pero eso no depende de la ayuda, depende del estado emocional del caballo, de su atención a tus ayudas, de la sensibilidad del caballo en ese momento… Recuerda que los caballos que montas siempre están vivos”.
Eso es lo que hace a nuestro deporte tremendamente especial, entrenamos a seres vivos, que en la mayoría de las ocasiones se convierten en parte de nuestras familias, de nuestros proyectos de vida, de nuestros sueños e ilusiones.
Cada jinete, al ejecutar los ejercicios debe adaptar su técnica a su individualidad corporal y dinámica específica con su caballo y resulta en una técnica individual que lo caracteriza.
En términos generales, la técnica consiste en el conjunto de procedimientos y recursos de los que se sirve un arte o una ciencia para ejecutar las actividades que le son propias. En el contexto deportivo ecuestre consiste en desarrollar lo mejor posible los procedimientos de rutina para resolver tareas motrices deportivas de acuerdo con la situación. Incluye las formas propias de cada modalidad deportiva ecuestre. En Salto de Obstáculos la técnica es distinta que en Doma Clásica, así como sus variaciones y combinaciones dependiendo de la situación.
Todos los deportistas actúan técnicamente adaptando la técnica a sus características personales tanto morfológicas como mentales.
Durante la preparación técnica el jinete aprende los patrones motores de las actividades que debe realizar y los consolida para aplicarlos en las competencias. También se adapta a los mayores niveles de sus capacidades físicas, producto de la preparación física, ya que siempre que hay un aumento de la forma deportiva tienden a aparecer pequeños fallos técnicos que antes no existían y que el entrenador debe identificar y corregir.
Los patrones motores pueden ser simples o complejos. Los simples se encuentran “grabados” en el sistema nervioso central del atleta, mientras que los complejos deben incorporarse mediante el aprendizaje técnico.
Cuanto más alto es el nivel de competición más grabados debemos tener los gestos simples. En el mundo del caballo la base técnica de una buena posición, un buen asiento y una buena sensibilidad y flexibilidad son imprescindibles para subir de nivel con garantías de éxito.
El entrenamiento le permite al jinete convertir progresivamente los movimientos más complejos en semiautomáticos mediante la formación de nuevos patrones motores. De esta forma, puede dedicar su atención a movimientos y situaciones todavía más complejos.
No existe otra manera para llegar a la élite que trabajar con constancia teniendo siempre presente la técnica deportiva, que irá de la mano de características morfológicas y mentales de los caballos que montamos.
El entrenamiento requiere que el jinete sea consciente de sus movimientos y que luego se aproxime progresivamente a la intensidad requerida en la ejecución durante las competiciones.
La técnica deportiva nos ayuda a mejorar una serie de aspectos imprescindibles tales como:
· Mejorar la capacidad de representación de cada movimiento.
· Mejorar los procesos de anticipación (especialmente con los caballos nerviosos).
· Percepción consciente de cada tipo de información (táctil, kinestésica, visual, acústica).
· Mejorar las capacidades de observación.
· Mejora de la capacidad de comparar el valor previsto con el real.
· Planos motores con puntos focales de atención.
· Mejora de la capacidad de concentración.
. Mejora la capacidad de ejecución en la pista de competición.
Para desarrollar correctamente un ejercicio complejo en Doma Clásica hay que pasar por un proceso que siempre empieza teniendo un modelo a seguir. Con este modelo en mente, el alumno debe practicar el gesto técnico, equivocarse mientras lo entrena hasta llegar a poseer esa habilidad motora, ese dominio que le llevará a poder ejecutar correctamente ese nuevo ejercicio. Cada vez que añadimos un nuevo ejercicio al alumno, se abre un nuevo mundo de posibilidades, de dudas, de dificultades y problemas, hasta que el alumno supera esta etapa para conseguir hacer suyo ese gesto técnico y aumentar de esta manera su técnica deportiva, sea cual sea la modalidad ecuestre que esté entrenando. El modelo a seguir siempre será el mismo.
Maya Pou Batlle