Arthur Kottas
Arthur Kottas propone seguir el entrenamiento del caballo pie a tierra con la siguiente fase que consiste en trabajar al caballo con doble rienda, tanto con dos personas como el entrenador solo con el caballo. La rienda larga adicional se ajusta a la anilla exterior de la cabezada de dar cuerda o a la anilla del filete y pasa sobre el cuello y la cruz hasta la mano del domador.
El ayudante sujeta la cuerda cogida a la anilla central de la cabezada de dar cuerda y camina, como de costumbre, junto a la cabeza del caballo. El domador camina al lado interior del caballo, justo detrás de los posteriores, llevando la fusta.
El domador pide medias paradas con la rienda larga que descansa sobre la cruz, y el ayudante puede reforzarlas si es necesario. El domador y el ayudante deben trabajar estrechamente unidos durante este proceso, y con el tiempo los tres participantes deben formar un equipo.
El caballo debe avanzar al paso y hacer paradas bien cuadradas, para lo cual el domador usará la rienda larga y la fusta alternativamente.
Cuando el caballo haya aprendido la media parada y acepta levantar el pie con un toque de la fusta, estará preparado para progresar a la reunión. Al avanzar al paso, el domador toca los posteriores para pedir mayor actividad. El caballo debe empezar a elevar los pies, remeterlos debajo de la masa, y eventualmente incluir una elevación de un bípedo diagonal. Cuando esto ocurra, hay que parar y acariciarlo – luego se vuelve a repetir.
Caballo y entrenador solos
Una vez confirmado este trabajo, el domador puede empezar a trabajar al caballo sin ayudante, usando únicamente la cuerda sujeta a la anilla central de la cabezada de dar cuerda. Debe caminar al lado del caballo, delante de las espaldas; debe poder controlar todo el cuerpo del caballo, de modo que no debe estar demasiado cerca ni demasiado retirado. Debe poder ver todo el caballo desde la cabeza hasta los pies para controlar cómo se mueve. Podrá caminar hacia atrás, o de lado, mientras trabaja con el caballo, dando pasos grandes en vez de correr. Requiere buena coordinación entre la mano que sujeta la cuerda y la mano que sujeta la fusta – ¡hay que ser muy diestro para el trabajo pie a tierra, y requiere mucha práctica y observación!
Repite los ejercicios que ya se han enseñado al caballo: la media parada haciendo vibrar la cuerda, transición paso-parada, y pedir la elevación del bípedo diagonal una o dos veces con la fusta. Es importante que el caballo siga disfrutando del trabajo, por lo que siempre hay que preguntarse si ha comprendido lo que se le ha enseñado y acariciarlo cuando lo haga bien. ¡No hay que olvidarse de cambiar de mano con regularidad!
Igual que al dar cuerda, la fusta puede ser aplicada en distintas partes del cuerpo del caballo para corregir los distintos problemas que puedan surgir. Por ejemplo, si el caballo empieza a salirse de la pista, se puede dirigir la fusta hacia la espalda; puede hacer falta tocarle en los flancos para pedir más impulsión; o un toque sobre la grupa si la eleva demasiado. Si el caballo entra la grupa, se le puede volver sobre la pista y enderezarlo usando la fusta contra el lateral del tercio posterior. De hecho, esto representa un inicio del giro sobre las manos. Esto le enseñará a no moverse contra la fusta y es un buen ejercicio para remeter y cruzar el posterior debajo de la masa, como tendrá que hacer cuando se inicie el trabajo lateral.