Los caballos tienen un periodo de lactancia que abarca desde el nacimiento hasta los seis medes de edad. Amamantarse no solo tiene relación con aspectos nutricionales, también es un acto ligado a lo emocional, cognitivo, social e inmunológico.
La primera toma se realiza media hora después del parto, aunque algunos lo hacen dos horas después. Si esto no ocurriese, se debe estimular al caballo a consumir leche. La primera leche protege a la cría de infecciones y estimula sus funciones corporales. Durante el primer mes, el caballo se alimenta exclusivamente de la leche materna. La leche de una yegua tiene menos proteína y grasa que la de vaca, pero contiene ácidos grasos como el omega 3, que se vincula con el desarrollo del cerebro del potro.
Tras el nacimiento, potro y yegua se relacionan por primera vez por medio del olfato y la saliva y, al mismo tiempo comienza la producción endocrina. La oxitocina es unan hormona relacionada con el sentido de pertenencia y durante la lactancia, fortalece en vínculo entre la yegua y el potrillo. Si se realiza el destete antes de tiempo, se le genera estrés a la cría que suele inmunodeprimirlos por lo que su estabilidad emocional se verá amenazada.
Cuando una madre lame a su cría, el sistema inmunológico de esta se conecta con la información necesaria (asimilada por medio de la saliva) para generar anticuerpos que el potrillo no posee y se los transmite a través de su leche. Así mismo, la leche materna ayuda al desarrollo del sistema digestivo de la cría. Por eso los cambios físicos y emocionales que experimenta un caballo están estrechamente relacionados con la lactancia y el destete adecuado.
De forma natural el destete se da cuando la cría ya está desarrollada física, psíquica y emocionalmente para que el potrillo se incorpore exitosamente con otro grupo de caballos. Para evitar problemas psicológicos y fisiológicos en el potro, de ninguna manera deberá realizarse el destete fuera del tiempo y forma del ciclo biológico del caballo.
La interrupción de la lactancia por intervención humana afecta el proceso de correspondencia evolutiva y esta retroalimentación de anticuerpos deja de ocurrir. Es importante comprender que el vínculo que se ejerce durante la lactancia le permite a la cría desarrollarse psíquica y emocionalmente en la siguiente etapa de vida donde deberá socializar y desplegar su capacidad de amparo familiar.