//Cascos del caballo: Un brillo que proviene del interior

Cascos del caballo: Un brillo que proviene del interior

Son una estructura que permite el desplazamiento del caballo a través de la tracción y aunque es el final de su extremidad, tiene una gran importancia para su vida, pues proveen de un correcto flujo sanguíneo en las extremidades.

El tener cascos dañados no siempre representa un descuido, muchas veces tiene relación con condiciones ambientales que los dañan, en muchas otras ocasiones pueden ser síntoma de algún malestar que esté afectando al caballo. El daño puede no representar mayor problema, pero en ocasiones puede ser insoportable, al grado de que el ejemplar no pueda soportar su peso en la extremidad del casco dañado.

Es necesario evitar cuartos, grietas o alteraciones, para ello se debe entender cómo funciona la estructura interna de los cascos. Con una pared formada por α- queratina, a través de una estructura microscópica, tubular e intertubular para la cual es muy importante la existencia de humedad. Esta propiedad dará la elasticidad para amortiguar los pasos.

Aunque son zonas muy pequeñas, el diagnostico puede ser muy difícil y se debe someter a estudios exhaustivos, ya que combina dolor en varias partes de la pierna como articulaciones, ligamentos o tendones. Lo que es seguro es que un daño de este tipo es el problema principal en la vida deportiva de los caballos.

Los cascos pueden ser revisados a través de palpación en la cual se pueden observar diferentes heridas, cuartos o cuerpos extraños. Otra alternativa es utilizar pinzas de exploración y a través de la aplicación de presión para detectar zonas de dolor. El problema viene cuando no hay resultado alguno y se tiene que recurrir a anestesias regionales, radiografías o resonancias magnéticas.

Existen regiones dérmicas cercanas al casco, las cuales proveen de vascularización hacia el mismo, lo que fomenta la nutrición y el crecimiento. En caso de que el caballo esté herrado se puede notar de mayor manera el crecimiento puesto que no hay desgaste llegando a tener que rebajarlo.

Una forma de prevenir este tipo de problemas es a través de bálsamos naturales, en especial aquellos que posean aceite de laurel, aceite vegetal, aceite de bacalao, cera de abeja o parafina. Cada uno actuando de manera específica en un bienestar para los cascos del caballo.

Con la recomendación de un veterinario se le puede agregar suplementos de biotina y bálsamos con fórmulas específicas para cada tipo de situación, esto, junto con una buena alimentación y un herraje óptimo le darán un buen estado de salud a sus cascos.