La reincidencia de lesión tras problemas de dorso en el caballo, al igual que en medicina humana, es muy alta, pues existe un gran número de recaídas y vulnerabilidades en el dorso, lo que lo convierte en una situación casi crónica. Del mismo modo que ocurre en la medicina humana, el dolor de dorso en los caballos puede ser resultado de una gran variedad de patologías, con frecuencia coexistentes, que van desde lesiones vertebrales (39 %), lesiones de tejidos blandos (25 %), alteraciones de la zona sacroilíaca (13 %) o lesiones alejadas de la zona toracolumbar (13 %). Dentro de las lesiones vertebrales predominantes se encuentran los problemas de hendiduras de las apófisis espinosas vertebrales que provocan, a su vez, una reacción ósea e inflamación del ligamento interespinoso.
Este problema aparece con mayor frecuencia en la zona debajo de la silla, entre las vértebras torácicas 12 a 17, y es más frecuente en caballos adultos jóvenes o los de mediana edad, utilizados para salto o doma, también en caballos Pura Sangre inglés de dorsos cortos. Otros problemas vertebrales son la osteoartrosis de las articulaciones de los procesos articulares, combinada con otras patologías, o los problemas de espondilosis y discoespondilosis, poco frecuentes en el caballo. Además, en el caballo existen otra serie de factores que afectan a la biomecánica del raquis y al desarrollo de patologías. Entre éstos está la presencia del jinete que hace que el raquis esté en una posición más extendida, aunque se mantienen los mismos grados de movimiento.
Parte 2… AQUÍ
Comentarios