Los caballos con sobrepeso tienen un alto riesgo de padecer problemas de salud, no solo digestivos o cólicos, sino también de laminitis, la mayoría de los cuales son causados por altos niveles de insulina o hiperinsulinemia. Entonces, ¿esto significa que la obesidad causa problemas de insulina y, como consecuencia, laminitis?
Hay un principio científico que dice «La correlación (o asociación) no es causalidad», es decir, observar que las cosas que ocurren juntas no significa que una causa la otra. En esta ocasión, veremos que muchos caballos que desarrollan laminitis tienen sobrepeso u obesidad y sabemos que la gran mayoría de los casos de laminitis son causados por niveles altos de insulina. Podríamos, así, suponer que la obesidad es un factor de riesgo de laminitis y causa un aumento de la insulina, pero no es cierto.
Un estudio publicado en Equine Veterinary Journal en 2015 se basó en un grupo de caballos y ponis con una dieta de control diseñada para causar obesidad, alimentando con exceso de grasa y glucosa. Pero el aumento de peso no redujo la sensibilidad a la insulina en ninguno de los grupos y, además, las respuestas de insulina a la glucosa oral o intravenosa tienen una marcada variación según la raza en caballos de peso normal.
Entonces, si la obesidad no es una causa, ¿por qué se observa más resistencia a la insulina en caballos obesos? Porque la resistencia a la insulina aumenta el apetito y la ganancia de peso: existe una relación entre obesidad e insulina alta, pero la obesidad es el resultado, no la causa. Por lo tanto, el control de peso se convierte en el tratamiento y tiene muchos beneficios, aunque no hará desaparecer la resistencia a la insulina, ya que aproximadamente la mitad de los caballos con resistencia a la insulina son de peso normal.
Laura Ventura
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