//9 artículos cotidianos que aterrorizan a los caballos

9 artículos cotidianos que aterrorizan a los caballos

Mientras tú ves un objeto aparentemente ordinario, que tiene una función regular en la vida diaria, tu caballo podría estar viendo algo completamente diferente, causando que se vuelva loco. Mira la siguiente información, se vale morir de ternura.

1. Lo que ves: una bolsa de plástico.

Lo que ve tu caballo: una cosa aterradora que se esconde esperando para saltar cuando pasa. Algo que hincha su cuerpo y hace ruidos fuertes cuando sopla el viento. «No voy más allá de eso. De ninguna manera.»

2. Lo que ves: una carpa de un espectáculo.

Lo que ve tu caballo: una cosa ENORME, aterradora y que aletea con el aire, «solo está parada allí lista para atraparme mientras paso. «De nuevo, no pasaré por ahí.»

3. Lo que ves: un charco de agua, no más de 10 cm de profundidad.

Lo que ve tu caballo: «un arremolinado lago de la muerte que me matará si entro en él. Déjame bailar un poco antes de dar la vuelta.»

4. Lo que ves: un cono de tráfico, que ha sido volcado.

Lo que ve tu caballo: «absolutamente bien con esto cuando está parado pero este, debido a algún tipo de brujería, ha caído al suelo. Ahora desconfío de por qué ha cambiado repentinamente su posición. Debo estar en guardia en caso de que salte.»

5. Lo que ves: una clase de ponis en miniatura manchados (o burros)

Lo que ve tu caballo: «¿qué son estas pequeñas bestias y por qué se están socializando con nosotros?»

6. Lo que ves: una roseta (o una faja)

Lo que ve tu caballo: «no te atrevas a empujar ese monstruo rojo brillante detrás de mis orejas para que no pueda ver lo que estás haciendo. ¿Y qué es esa bufanda? No me los pongo.»

7. Lo que ves: un ciclista

Lo que ve tu caballo: «ese podría ser yo (mirando la bicicleta) si los robots se salen con la suya y se hacen cargo.»

8. Lo que ves: un nuevo cubo de agua para el establo

Lo que ve tu caballo: «cambio. No me gusta ni apruebo el cambio.»

9. Lo que ves: un cochecito

Lo que ve tu caballo: «un pequeño humano atado a un pequeño monstruo de cuatro ruedas, que definitivamente me va a comer.»