En Defensoría Animal y Rancho Ecuestre El Camino, A. C., siempre hemos luchado por el bienestar animal. En esta ocasión estamos orgullosos de compartirles una excelente noticia: ¡nuestro proyecto de ayuda a caballos carretoneros en el Estado de México ha iniciado y estamos muy felices!
El 24 de abril nuestro equipo de voluntarios se dio cita a las 8:00 en el municipio de San Pablo de las Salinas, lleno de entusiasmo e ilusión para empezar con este gran proyecto. Por supuesto, estábamos listos e ilusionados, cada uno en sus estaciones acomodando su material, plenos de esperanza e impacientes aguardando la llegada de dueños y caballos.
Los propietarios habían sido convocados por las autoridades del municipio, pero la gente se mostraba desconfiada, incrédula y hasta temerosa. Muchos llegaron sin su caballo porque primero querían saber de qué se trataba, si tenían que pagar por ello, si se les iba a quitar, incluso si tenían que apoyar a algún partido político. Pero cuando les explicamos que Defensoría Animal y Rancho Ecuestre El Camino son una asociación sin fines de lucro que sólo lucha por el bienestar animal y que el servicio que les ofrecíamos era completamente gratuito, se mostraron más tranquilos, pero aun así dudaban.
Fue por ello que al principio eran muy pocos los que iban pasando a las estaciones, pero después de recorrerlas y a la salida les obsequiamos una paca de alimento para su animal y una playera con la imagen de un caballo con la leyenda que decía “Yo sí cuido a mi compañero de trabajo”, fue cuando todo cambió, porque salieron felices y no lo podían creer.
Pronto se corrió la voz de que en efecto era verdad: charla informativa, atención especializada y como remate, un regalo por la asistencia. Comenzó a llegar el resto con sus equinos y en determinado momento teníamos el lugar lleno. Todos los voluntarios estábamos felices trabajando y haciendo lo que más nos gusta: ayudar y atender a los caballos.
Una atención muy completa
Cabe mencionar que la gente estaba encantada gracias a todo lo que les ofrecimos. Y para ello teníamos varias estaciones que se dividían de la siguiente manera:
Veterinaria: en donde los caballos eran revisados, vacunados y desparasitados, además de que cuando fue necesario les curaron sus heridas. En cuanto a la salud dental, se llevó a cabo una revisión a cada uno (más adelante realizaremos el limado de dientes correspondiente).
Nutrición: nos acompañó el nutriólogo de la compañía Galope, quien orientó a los propietarios para que supieran cómo brindar una alimentación adecuada y balanceada, por supuesto, acorde con sus posibilidades económicas.
Herrería: contamos con expertos que se dedicaron a que fueran herrados de manera correcta o que también se les corrigieran las herraduras que traían.
Talabartería: se nivelaron las carretas y también se sujetaron los arneses de forma adecuada; el especialista les enseñó la mejor manera de acomodar sus arneses para evitar heridas y sufrimiento.
Caballos sanos = dueños felices
Nuestra grata sorpresa en San Pablo de las Salinas fue que no vimos caballos con lesiones graves: esto nos reconforta bastante, ya que habla a favor del cuidado que están poniendo los dueños que realizan este oficio.
Por supuesto, regresaremos muy pronto ahí y a otros municipios de la entidad para ayudar a los caballos carretoneros, pero sobre todo para crear conciencia en los dueños para que los valoren, ya que son sus compañeros de trabajo y quienes les ayudan a llevar el sustento a sus hogares. De esta manera hemos plantado la semilla de que al tener un animal fuerte, sano, bien alimentado, con los arneses correctos y una buena nivelación de la carreta, los beneficios son mayores y además crearán un buen equipo.
Nuestro sueño es erradicar poco a poco este oficio y que no haya más caballos maltratados; sabemos que es un trabajo complicado, pero estoy segura de que podemos lograrlo: ya comenzamos con un pequeño cambio, y son justo esas pequeñas diferencias las que cambian al mundo para bien.
Toni Starr de Camil
Santuario El Camino