El calor puede provocar desequilibrio en los caballos, por eso es importante prevenirlo.
En días soleados es importante estar al pendiente del comportamiento del caballo para determinar si está o no sufriendo un golpe de calor. Algunos síntomas comunes son:
*Respiración acelerada: La respiración normal de un caballo es de 8 a 18 por minuto. Si notas que incrementa o tiene dificultades para respirar, significa que el equino está intentando regular su temperatura corporal.
*Sudoración excesiva: El exceso de sudoración facilita la deshidratación del caballo.
*Ritmo cardíaco elevado: El ritmo cardíaco normal es de entre 28 y 48 pulsaciones por minuto.
*Dificultad de movimiento, desorientación, calambres musculares y apatía.
¿Cómo prevenir el golpe de calor?
El acceso al agua es un factor esencial para prevenir un golpe de calor. Si el caballo ha estado trabajando por más de una hora, es conveniente dejarle beber agua de forma gradual y nunca de golpe durante las sesiones de ejercicio. Así mismo, tener una piedra de sal cerca, ayudará a aportarle electrolitos y minerales.
Además, hay que asegurarse que el entrenamiento no se realice en las horas críticas de sol. Tener acceso a la sombra , refrescarlo con agua de ser necesario y duchar las extremidades también evitará un golpe de calor.