Los caballos se reproducen en una época específica: en nuestro país es de marzo a agosto, cuando hay más horas de luz, lo que significa que la época no reproductiva será de septiembre a febrero. Uno de los problemas más recurrentes en medicina reproductiva es cuando se quiere cargar a las yeguas ya terminada la temporada. Aquí resolvemos algunas dudas más comunes sobre el tema.

¿Es importante la edad de apareamiento?

Claro que sí. Las yeguas comienzan la pubertad alrededor de los 18 meses, y aunque se muestren receptivas hacia el macho, no están preparadas para una gestación exitosa. Su cuerpo no está desarrollado y es común tengan un mal parto debido a su pelvis estrecha, que alumbren a potrillos muy pequeños, o pasen por experiencias traumáticas en la monta que dificulten montas posteriores. Por eso se recomienda comiencen su vida reproductiva a los cuatro e incluso cinco años de edad.

En los machos, aunque la pubertad inicia alrededor de los 12 meses y hay interés por las yeguas (ya producen espermatozoides), tampoco están listos ni física ni mentalmente para ser trabajados como sementales: se requieren años para preparar y enseñar a un caballo a dar montas o a ser colectado, por lo que se debe comenzar hasta los cinco años de edad.

¿Cómo saber que la yegua está “en calor”?

Tenderá a ponerse muy inquieta, a orinar constantemente, levantará la cola y cuando esté cerca del semental va a permanecer quieta. Esto dura en promedio una semana y conforme pasa el tiempo irá en aumento: al inicio tendrá poco interés, pero se acrecentará conforme pasen los días.

Entonces ¿puedo llevar a la yegua todos los días con el semental?

Llevarla a diario con el macho porque “está en calor” es común, pero no recomendable, ya que se logrará que su útero tenga una irritación constante, que disminuya la posibilidad de quedar gestante, o llegue a perder el feto antes de los 40 días. El periodo en el que no tiene interés por el semental dura 16 días: cuando se le acerca hace las orejas hacia atrás, patea, muerde o relincha enojada.

¿Y si la monta es en temporada no reproductiva o cuando no tiene interés por el semental?

No se recomienda: además de no quedar gestante, es un animal de unos 500 kg que será muy difícil de controlar, lo que pondrá en riesgo la integridad y seguridad tanto de los manejadores como de los veterinarios involucrados.

Nuevamente: si la yegua o el semental tienen una mala experiencia en las primeras montas, colecciones o inseminaciones, es probable que no quieran volver a hacerlo y se volverá un círculo vicioso de negación derivado de un mal conocimiento de la etapa receptiva de la yegua.

¿Puede entrar en calor la yegua aun estando gestante?

Sí, incluso en gestaciones avanzadas, pero si se piensa (sin verificar) que no hay gestación y se le lleva con el semental, se producirá un aborto espontáneo de fetos de incluso cinco meses de edad. Por eso es primordial tener la fecha de cuándo se hizo la monta. 

¿Es importante realizar el seguimiento a lo largo de toda la gestación?

Sí. Dando positiva la gestación son indispensables al menos dos revisiones antes de los 40 días, ya que posterior a ellos si se perdió la gestación la yegua no entrará en calor y no va a estar gestante, pudiendo perderse la temporada completa. En caso de una gestación gemelar se sugiere reducirla, ya que no es común la lleve a término. De dejarla, se corre el riesgo de un mal parto: muerte de la yegua, potrillos muy pequeños, de bajo peso o alguno muerto.

Después de los 40 días de gestación deben hacerse seguimientos por lo menos cada dos o cuatro meses para conocer la salud del potro, el bienestar de la gestación y aplicar la medicina preventiva adecuada.

Estos son sólo algunos puntos importantes a tomar en cuenta, en donde el encargado debe ser un Médico Veterinario especialista en el tema, quien podrá realizar los diagnósticos adecuados que garanticen el éxito de la gestación o para prevenir y tratar los problemas que se presenten.

MVZ Europa Meza Serrano