Una ex trabajadora de Sainsbury que nunca había montado un caballo, con tan sólo 29 años, se convirtió en la primera mujer en unirse a la Household Cavalry.
A Nina Croker, le ha costado ganarse su lugar, pues se desmayó varias veces y se ha caído de su caballo Quinn, pero ha disipado las afirmaciones de favoritismo porque es una mujer.
«Las mujeres son igual de capaces que los hombres» este es su estandarte. Afirma haber crecido con actividades que normalmente se considerarían para hombres, como jugar fútbol, rugby y kickboxing. Considera su camino ha sido duro, pues la gente piensa que cuando algo bueno le pasa es por cuestión de género.
La inspiración para unirse al Ejército Británico fue su abuelo. Él perteneció al Cuerpo de Ingenieros Reales. Siempre lo lleva en mente y espera que esté orgulloso de lo que ha logrado.
La soldado Croker está ahora con los Life Guards, que junto con los Blues y los Royals conforman la Household Cavalry .
El concurso que se llevó a cabo el pasado 5 de mayo, fue para los soldados mejor guardados, junto con sus caballos, se enfrentaron a días agotadores de 12 horas para mantener su equipo limpio.
Los ocho finalistas tienen la oportunidad de escoltar a la Reina el próximo 8 de junio en trooping the Colour y el ganador definitivo se presenta con ella.
Desde la llegada de Nina Croker al regimiento de 359 años de antigüedad, dos mujeres más han sido aceptadas. Lance-Corporal Liana Nicholas, de 30 años, originaria de Auckland, Nueva Zelanda, dejó su puesto en la Artillería Royal Horse para la posición. Por último, la treintañera Lois O’Hara Leighton Buzzard, de Bedfordshire, se unió un mes después.
Este tipo de historias animan a otras mujeres a romper los prejuicios sociales y avanzar en sus sueños sin importar los comentarios negativos.