Nuno Oliveria nació el 23 de junio de 1925 y fue mundialmente reconocido como un gran maestro de la equitación clásica. Es autor de un libro titulado Reflexiones sobre el arte ecuestre y le gustaba ayudar a la gente a montar un caballo de la manera apropiada.
Nuno fue instructor y jinete. Para él la equitación podría ser definida como «la sublimación de la técnica a través del amor». Hay una corriente técnica que recibe su nombre «oliverismo». Entre sus alumnos hubo embajadores e integrantes de la realeza de Francia y Suiza.
Algunos valiosos consejos de Nuno Oliveira son:
*Mientras más se castiga a un caballo, más se apaga su fuego. Comenzar a piafar, con sólo la acción de las piernas y un día, si se toca al caballo con las espuelas, verá que parece que le han brotado alas.
*El asiento del jinete forma una sola pieza con el caballo, con su dorso superior estirado pero flexible, sus piernas bajas, sin estar apretadas pero suavemente adheridas al caballo.
*Es un error montar a un potro por primera vez con filete, aunque esté acostumbrado a él, tendrá bloqueada la boca y se tensara su nuca y cuello, además el filete no le parará si se asusta, se asustara más y puede que se desboque.
*La boca del caballo es sensible, tirar o elevar continuamente con las riendas, es inútil, solo sirve para fatigar los brazos del jinete y que el caballo tenga miedo, e insensibilizar su boca, endurecerla, hasta casi hacer imposible la parada.
*Un caballo, nunca tendrá miedo de un jinete, que tenga tacto y sensibilidad, porque nunca le llevará por encima de sus posibilidades. Sabiendo cuándo parar, cuándo premiar y cuándo pedir más esfuerzo.
*La memoria del caballo es asombrosa. «Contentarse con poco y premiar frecuentemente.Dejar al caballo con ganas y con una buena impresión, para la próxima lección.
*El caballo recordará cuando ha sido castigado forzándole a ejecutar un ejercicio, y siempre que se le pida se pondrá en tensión y se rebelará ante la expectativa del castigo.
*Cuando a un caballo miedoso, le trastorna cierto objeto, tal como un vehículo, charco, etc., y se le obliga a pasar cerca de dicho objeto con violencia, su miedo nunca desaparecerá. Cada vez que tenga que pasar por el objeto o el lugar, recordará el castigo violento y nuevamente se trastornará. Hay que darle confianza y presentárselo suavemente tal como si no le tuviera miedo.
*La voz, los premios y las caricias, permanecerán grabadas en su mente y sabiendo cómo usar estas preciosas ayudas en las lecciones de doma, es como se aprecia un buen jinete.
*Adiestrar a un caballo no es sólo ganar su sumisión, como se dice a menudo. Significa también asegurarse de que el caballo disfrute de lo que se le pide.
Consejos que sin duda te harán mejorar la práctica y la relación con tu caballo.