//Hiperflexión, un problema de entrenamiento

Hiperflexión, un problema de entrenamiento

La hiperflexión es cuando un caballo enrosca su cuello hasta el punto en que su belfo interior se acerca al pecho, a esa postura también se le conoce como caballo encapotado.

Una de las principales consecuencias de la hiperflexión es que los ligamentos de la nuca y los superiores se estiran mucho y en consecuencia el cuello pierde elasticidad. Además las glándulas parótidas se comprimen y el caballo no puede ver bien lo que provoca problemas de equilibrio. El músculo braquiocefálico se acorta y se bloquea el movimiento de la espalda al mismo tiempo que impide el balanceo de la columna vertebral.

La etóloga Lucy Rees comenta que si observamos caballos en libertad notaremos que nunca adoptan posturas exageradas. Con la hiperflexión obligamos a los equinos a mirar al suelo, caminar sin confianza y no respirar bien. Normalmente el caballo se resiste a flexionar pero por la presión que se ejerce en las riendas, lo hace. Así mismo, es común ver que el caballo saque espuma de su boca cuando adopta esta postura, esto se debe a que no puede tragar saliva. Si la hiperflexión es continua estiramos un ligamento que jamás se recupera.

Ger Heuschman, autor de un libro titulado «El dedo de la llaga», explica que el caballo joven sostiene el peso por el ligamento supra-espioso. Heuschman afirma que la nuca y la articulación temporo-mandibular están sujetas a un estrés terrible, esta articulación afecta al oído interno y el equilibrio se ve perjudicado. El caballo es incapaz de meter sus pies sin sentir dolor en las lumbares, entonces los ligamentos suspensorios, ambos adelante y atrás, también sufren.

Lucy Rees coincide en que este método hace sufrir mucho al caballo y que incluso por la hiperflexión, aparecen bultos en los músculos contraidos. Lo natural es ver un cuello largo y estirado con un centro de gravedad que se desplaza hacia adelante. También la posición de alargamiento de la línea superior se usa para corregir, estirar y relajar las líneas superiores, nos permite corregir cuellos invertidos y mejorar la amplitud de los aires de muchos caballos.