Yvonne Losos de Muñiz está sumamente orgullosa de los éxitos obtenidos tanto por Virginia Yapur como de Patricia Ferrando. Esta última, venezolana de origen, ha ido subiendo escalafones en la disciplina de Adiestramiento y con miras de representar a su nación en la justa olímpica.
Con 34 años de edad, Patricia radica en Wellington desde hace seis años, una decisión que tomó al decidir dedicarse a los caballos y al deporte. Graduada en Psicología en la Universidad Metropolitana de Caracas, posteriormente trabajó por varios años tanto en colegios públicos y privados, como en diversas compañías. En entrevista, cuenta sobre sus inicios, lo que la inspira, el arduo trabajo que hay detrás de estos triunfos, así como sus planes.
Amor por la disciplina
Patricia monta desde los siete años de edad, empezó con Salto y después de unos juegos panamericanos, quedó enamorada del Adiestramiento, por lo que decidió probar en esta disciplina, la cual le fascinó. Comenta que nunca dejó de trabajar con los caballos, y sólo dejó de hacerlo en sus dos embarazos, aunque a los dos meses del parto arrancó de nuevo.
Explica que siempre estuvo motivada a mejorar su conexión con los caballos y con ello, la monta. Y es que además de considerarlos una inspiración personal, son para ella su estilo de vida, un oasis. Representan su mundo y a la vez son su terapia para el alma. Ella describe que al montar no piensa, sino “sólo es un sentir, es crear armonía y tener el feeling con el ejemplar”.
La mira olímpica y el trabajo detrás
Para la venezolana está muy claro que la aspiración de todo atleta es llegar a las olimpiadas, incluso considera que ha sido un sueño que siempre ha tenido y que finalmente ha conseguido estar encaminada “en la dirección correcta con el equipo correcto”.
Menciona que conoce a Yvonne desde hace muchos años, incluso han competido en varios campeonatos juntas. Desde el año pasado entrena con ella y considera que todo cambió y cobró sentido. Fue cuando consiguió su partner en este deporte, además de que se siente feliz de que “se trata de alguien con quien comparto una profunda amistad, a quien respeto y admiro muchísimo, además de compartir ideología y proyectos”.
Son un equipo y el apoyo que se tienen mutuamente es clave del éxito. Explica además que así con Yvonne también incluye a Katlyn, Kathy, Virginia, Carlos, Pinto, Eduardo y Lorenzo. Reconoce por supuesto el apoyo incondicional de su familia, en especial de su mamá. “Sin ella nada de esto fuera posible”, recalca.
Menciona que han realizado dos giras en este año, la primera fue a Canadá clasificando para los Juegos Panamericanos compitiendo en Ottawa, Caledon y Thornton. Y ya luego de participar en Perú, fueron a Europa, en donde consiguió a Elvis, el caballo con el que empezó en Gran Premio logrando competir en Herning, Excloo, Blue Horse, Madrid y Salzburgo.
Aunque lo conocía poco antes de la primera prueba, desde el inicio la consigna, además de practicar Gran Premio, fue enfocarse en trabajar la empatía, ya que era absolutamente necesario que la aceptara y lograra confiar en ella, para de esa manera crear la relación, un entendimiento del trabajo en conjunto.
Con respecto a su relación con Virginia, comenta que la conoce desde hace unos años, porque además han coincidido en varios campeonatos. Explica orgullosa que forman parte de un equipo que con mucha dedicación y trabajo han logrado afianzar, tanto así que a todos los siente como si fueran su familia ecuestre, ya que se apoyan mutuamente, en las buenas y en las malas, lo cual hace que sea tan especial.
Para finalizar, nos comentó que su siguiente meta a seguir es competir en Wellington a partir de enero hasta mayo y luego ir a Europa hasta los Juegos Olímpicos.
Eugenia Lelo de Larrea
Dressage México
