El trabajo realizado con nuestro caballo joven, si se ha hecho consistente y correctamente, llevará hasta los inicios del piaffé. Correctamente ejecutado el piaffé es un movimiento diagonal, ya que el caballo salta de un bípedo diagonal sobre el otro, o sin apenas avanzar.

Los posteriores deben levantarse una longitud de casco del suelo, pero las manos pueden levantarse todo lo alto que pueda el caballo. Está permitido que los pies se muevan una longitud de casco hacia delante como máximo en cada batida. El caballo debe descender la grupa y la nuca debe ser el punto más alto del cuello. La reunión es la base del piaffé. Obviamente un caballo puede hacer una parodia de este movimiento –moverse en diagonal y mantener la nuca en la posición correcta– pero sin remetimiento de los posteriores. En este caso el piaffé es incorrecto, ya que el caballo no está reunido. La reunión no significa únicamente redondear la línea exterior del caballo, sino que el caballo sea capaz de trasladar gran parte de su peso sobre el tercio posterior. Obviamente el dorso debe seguir elevado y flexible, permitiendo que la energía sea transmitida desde los posteriores hacia el filete. Enseñar la reunión al caballo es un proceso largo y difícil –pero puede ser facilitado por el trabajo pie a tierra, sin el peso extra del jinete.

Normalmente debe practicarse el piaffé pie a tierra al inicio de la sesión, cuando el caballo todavía está fresco. Con un caballo nervioso y excitable es mejor hacerlo más adelante durante la sesión, cuando esté más tranquilo.

El trabajo ahora será una continuación del proceso de doma ya iniciado –ayudando al caballo a llevar más peso sobre el tercio posterior-. Como el caballo ahora comprende lo que le estamos pidiendo, podemos seguir avanzando en su doma.

Características del piaffé correcto e incorrecto:

PIAFFÉ CORRECTO CON REUNIÓN

PIAFFÉ INCORRECTO

Arthur Kottas