En esta ocasión tocaremos este tema que es muy importante y daremos algunos tips. Lo primero es determinar para qué queremos el caballo, si para la silla o para recría. Es fundamental probarlo montándolo; por ejemplo, si es para competencia hay que probarlo o verlo en un concurso, porque muchas veces lo hacemos en circunstancias normales y cuando lo llevamos a un concurso resulta ser problemático en competencia.

Caballo para silla

Hay que considerar los siguientes aspectos:

• Nivel del jinete: este punto es primordial ya que no será lo mismo un caballo para un jinete con experiencia que para un principiante. Montar es muy bonito pero tiene sus riesgos; por seguridad (y la seguridad es lo primero) no recomiendo un caballo entero para un menor de edad. De hecho, por ley en Estados Unidos un menor de edad no debe montar un animal así. 
• Raza: la mejor para Reining es el Cuarto de Milla, con sus líneas de trabajo; en segundo lugar, los Pintos.
• Líneas: hay algunas muy buenas como Smart Little Lena, Topsail Cody, Hollywood Jac, Peppy San Badger, Colonel Freckles, Genuine Doc; así como los hijos de éstos: Smart Chic o Lena, Topsail Whiz, Hollywood Dun It, Grays Starlight, Shining Spark.
• Sexo: hay muchos mitos referentes a los castrados, ya que se cree que pierden mucho poder, lo cual no es verdad: como ejemplo, hay cantidad de caballos capones ganando futuritys. Otro mito es acerca de las yeguas, se piensa que cuando están en calor no trabajan bien; la realidad es que si están bien entrenadas no presentarán problemas. Nuevamente, en el caso de los enteros no son recomendables para jinetes sin experiencia, pues tienen que ser entrenados de diferente manera, ya que su condición es tratar de dominar (aún al jinete).
• Conformación: es básico revisar la conformación del ejemplar, ya que de esto depende en gran medida sus facultades para este tipo de trabajo, por ejemplo, que los aplomos estén correctos, pues de esto también dependerá su desempeño y vida útil, ya que aunque esté trabajando muy bien, si tiene problemas graves de aplomos, tendrá predisposición a lastimarse.
• Temperamento: debemos buscar un temperamento tranquilo, sin olvidar que el nuestro también influye en el caballo. Un animal muy sensible necesita un jinete tranquilo y con experiencia.
• Salud: es necesaria una revisión completa para verificar que esté sano y para ello sugiero apoyarse en un Médico Veterinario especializado.
• Prospecto para caballo de silla: es un animal joven que todavía no puede ser probado (montarlo); en este caso una guía será su pedigrí, pero nunca debemos tomarla como única. Hay que ver al ejemplar como individuo y revisar otros puntos como salud, temperamento, conformación, en fin.

Caballo de recría

Ya sea semental o vientre tenemos que determinar la raza y líneas que queremos producir y las líneas que queremos combinar, ya que no sólo se trata de cruzar dos caballos buenos, es obligatorio saber qué líneas producen buenos resultados.

También es importante revisar qué tan cerca en el pedigrí trae lo bueno, que no tenga muchos huecos (esto significa que puede tener uno o varios abuelos o bisabuelos malos), lo que genéticamente podría repercutir en las crías, ya que podrían heredar a aquellos.

Qué no hacer

• Comprar caballos sin verlos físicamente (Internet, teléfono).
• Comprar papeles y no ejemplares. 
• Comprar animales en subastas con poco reconocimiento.
• Malinchismo: no porque sea americano será bueno; allá también hay ejemplares malos o defectuosos, así como aquí hay animales buenos, incluso criollos que ganan a importados.

Qué hacer

• Buscar ayuda de un profesional de confianza.
• Invertir en una revisión médica: se invierte poco en lugar de perder mucho. 
• Caballo de silla: hacer un examen general veterinario, para determinar los análisis clínicos necesarios.
• Caballo para reproducción: además son necesarios exámenes de fertilidad (calidad del semen, en el caso de sementales). En yeguas hacer vaginoscopías ginecológicas vía rectal, ultrasonido, cultivos, entre otros.
  
  

MVZ Javier Álvarez Malo