//Daniela Moguel, la eventer mexicana que hizo historia

Daniela Moguel, la eventer mexicana que hizo historia

En la prueba completa en los Juegos Ecuestres Mundiales realizados en Tryon, Dany Moguel se convirtió en la primera representante de México en una contienda de este nivel. Con 37.1 puntos, ocupó el lugar 44 de 82 participantes en Eventing (Adiestramiento, Campo traviesa y Salto). Su próximo objetivo es calificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. (bajada)

Dany Moguel es la primera civil en integrarse al equipo mexicano de Eventing. En 2014 compitió en los Centroamericanos, quedando en los primeros diez lugares y ganando medalla de plata por equipos. Fue la mejor mexicana posicionada en los Panamericanos de Toronto (2015), obteniendo el mejor puesto (5º) para nuestro país desde 1975. 

Bajo la tutela de Karen O’Connor consiguió ser la primera en competir en el Rolex Kentucky Three Day Event 2016, el único evento en América, donde finalizó 28º. Fue la primera participante de México en llegar a los Juegos Ecuestres Mundiales (JEM) en 2018, de ahí su excelsitud.

Vive con su esposo Zully en Carolina del Norte, en la granja donde trabajó cuando era estudiante y se iniciaba como eventer con Joy Pharr. En entrevista exclusiva para Mundo Equino nos comparte sus anhelos, su desempeño en la temporada 2018 y lo que veremos de ella en Tokio.

Cuéntanos en qué actividades te enfocas

Principalmente en echar a andar Eventing D’azull (viene de nuestros nombres, Dany y Zully), un centro de entrenamiento internacional para caballos y jinetes que recién abrimos. Tenemos 11 ejemplares con diferentes niveles, incluida mi yegua Cecelia. Estamos muy cerca de Tryon, donde entrené para mi primera competencia internacional (2001).

Joy Pharr, dueña del lugar, nos invitó a Charlie Horse Farm como entrenadores. Ella entrenó jinetes por muchos años, pero se alejó por criar a sus niños. En Tryon nos encontramos de nuevo y traía la idea de tener un entrenador, ahora trabajamos juntas de nuevo.

¿Qué tan diferente es hacer entrenamiento en EU vs. México?

Hay una mayor conciencia del caballo (lo que se conoce como horsemanship); parte del trabajo diario es que los jinetes se involucren en todos los aspectos de su ejemplar: desde entrenamiento, alimentación, herraje, hasta si requieren usar camisas para el frío o no. Lo cual hace tener un mejor conocimiento del equino y un mejor desempeño como binomio.

Viajo constantemente a México para transmitirlo a quien quiere aprender y se compromete con sus ejemplares. Comparto conocimientos y experiencia a quienes se identifican con este deporte o sólo sienten curiosidad. Me gusta transmitir la comunicación y el amor hacia esta especie a jinetes y amazonas, que saquen lo mejor de ellos y a través de esa comunicación se conozcan más a sí mismos.

Eventing como forma de vida

¿Cómo te iniciaste en el Eventing?

Empecé a montar cuando tenía ocho o nueve años. Una amiguita de la escuela me invitó a comer a su casa y ver su clase de equitación y me enamoré de esto, desde ahí nunca dejé de montar. Mi familia no estaba involucrada en el medio, pero me apoyó mucho y a los 15 años me dieron mi primer caballo, Tequila. Me inicié en Salto, hice todos los infantiles y varias pruebas. Fue mi instructor Eduardo Fregoso, dueño del Hípico del Pedregal, quien me enseñó esta prueba, me encantó y ahora me especializo en ella. 

Yo había visto un póster de la atleta olímpica Karen O’Connor saltando un obstáculo de agua. Me pregunté quién era, fascinada ante la idea de saltar a caballo sobre agua y otros obstáculos en campo abierto. Ahora es mi entrenadora, compitió en cinco Juegos Olímpicos, tres ecuestres mundiales y dos panamericanos y fue la mejor atleta ecuestre femenina en 1993.

A los 18 años fui a trabajar a la granja de Joy, perfeccionando mis habilidades por casi un año. Regresé para la universidad, pero dejé de montar por completo y abandoné los estudios. Fue la única vez que mi madre dejó de hablarme; fue muy duro pero no dejé de lado mi sueño. Después enseñé equitación en el hípico El Mirador, propiedad de Aurelio Quinzaños (jinete de Eventing) y su esposa, Maribel Alonso (jinete y juez de Adiestramiento), ellos entendieron mi pasión y jugaron un papel integral para desarrollar mi talento.

¿Quiénes serían tus mejores mentores? 

Mis padres, porque me enseñaron a creer en mí. Mis primeros entrenadores (Ana Silvia Serrano y Eduardo Fregoso) me enseñaron el amor por los caballos. Joy Pharr, mi primera entrenadora de EU, me enseñó una cara nueva del deporte y de la vida ecuestre que me encantó. Luis Ximenes, mi maestro, me enseñó a ser profesional. Aurelio Quinzaños me permitió ver la vida de manera diferente y a conseguir lo que se desea. Zully Martínez que vale la pena esperar y ser paciente porque la recompensa es increíble. Y Karen O’Connor, quien me abrió la puerta a otro nivel de competencia y a saber que existen diferentes formas de ganar.

¿Qué es lo mejor y lo más difícil de practicar esta disciplina?

Lo mejor: al ser un grupo pequeño, comparado con otras disciplinas ecuestres, hace menos complicado el proceso de selectivos para los juegos o campeonatos. 

Lo peor: el mismo número de jinetes y aficionados hace que el nivel de los concursos sea más bajo que en otros países.

¿Cuál crees que es la clave del éxito? 

Ver el lado positivo de las cosas, aunque a veces sea difícil. Hay que entender que esa clave viene acompañada por el fracaso y lo que importa es saber cómo levantarte para volver a dar el 100 % hasta llegar a la meta. Tengo la gran suerte de compartir mi vida con Zully, a quien le encantan los animales y los caballos; trabajamos juntos dando clases, montando, compitiendo y ha sido clave para seguir compitiendo profesionalmente.

Han pasado muchas cosas, éxitos y fracasos, pero siempre con mucho aprendizaje y valorando lo importante. A finales de 2016 tuve una lesión en el cuello con muchísimo dolor y me dijeron que ya no podría competir ni montar, que debía operarme. Vi varios doctores y di con Pablo Tarazona, muy buen médico, quien me aconsejó la fisioterapia y tomarme un tiempo. Eso hice y comencé el 2017 con muchas más ganas.

¿Cuál ha sido el máximo logro que has obtenido en este deporte?

Mis logros más grandes han sido en centroamericanos, panamericanos, la prueba de Rolex , la más grande en Eventing; sin embargo, el más grande es poderme demostrar que los sueños se hacen realidad, siempre y cuando camines hacia ellos. Soy la primera mujer civil en incursionar (las otras han sido militares); en México ha sido una disciplina militar por muchos años y fui la primera civil en entrar al equipo nacional. También es un gran logro la confianza y entrega que me han otorgado cada uno de mis caballos.

El binomio

¿Cómo construyes la confianza con tu yegua?

Día a día con las cosas más pequeñas, como sacarla a dar un paseo de mano o darle su galleta favorita. Hay que ser respetuoso de tu caballo y de ti mismo. Karen dice que tenemos que “hablar caballo” para comunicarnos con ellos. Trato de entenderlo en la naturaleza para comprender sus acciones y cómo debo reaccionar para mantener el canal abierto.

Nuestra preparación es nuestra prioridad; todas las demás actividades giran alrededor de lo necesario para cumplir con el entrenamiento y los preparativos para las competencias.

¿Cómo llegó a ti Cecelia?

Con el apoyo y amor de mi esposo, mi familia y mis amigos. Competía con Agave en el nivel en México, propiedad de Quinzaños; con él fui a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero sabía que necesitaba uno con mayor calibre para pasar al siguiente nivel.

Zully buscó en sitios web hasta que encontró a Cecelia, una yegua de 16 manos en Virginia, con credenciales probadas en el nivel. Me dijo “este es tu caballo, ¡debes tenerlo!”. Al principio me resistí (era demasiado dinero), pero Zully insistía. Tras ver un video de Cecelia, quise ver más. Días después fuimos a verla.

La segunda vez que estuve con ella supe que era la pareja ideal, como cuando conoces con quien te vas a casar. Era perfecta, pero no teníamos dinero para comprarla. Sin embargo, Aurelio y Maribel se unieron como socios para ayudarme. Esa compra en 2014 hizo que me catapultara al más alto nivel en los Juegos Panamericanos y en 2016, el Rolex Kentucky. Después pudimos recaudar el dinero suficiente para comprar la parte de los Quinzaños, y ahora somos sus dueños totales.

Competencias internacionales

En los pasados JEM no tuviste todo el apoyo de las autoridades mexicanas para competir, ¿qué piensas al respecto?

Es importante mencionar que el apoyo siempre lo he tenido, principalmente en la FEM: Daniela García me respaldó en todo lo que necesité, e hizo posible que la delegación mexicana asistiera, llevó todos los requisitos, papeleos, inscripciones, resolvió problemas y dudas a todos.

Pero si te refieres a la falta de recursos económicos que enfrentamos los deportistas en el país, sí, definitivamente ha sido uno de los obstáculos más duros a resolver, ya que he tenido que conseguir con mis propios medios los muchos recursos que se necesitan para llegar al máximo nivel de competencia en este deporte, a base de trabajar todos los días y del apoyo de amigos y familiares. Un ejemplo es el Dr. Ricardo Perezconde, quien por parte de su Club Ecuestre San Andrés me hizo una donación.

Hablando de competencias para el 2019, ¿en dónde te veremos?

Quiero competir en nivel lo más posible, conseguir la mayor cantidad de puntos y obtener la calificación individual para Tokio.

¿Cómo puede acercarse la gente para practicar este deporte?

A través de la FEM pueden saber qué clubes están afiliados al Concurso Completo o con mucho gusto pueden contactarme por Facebook: Daniela Moguel o Eventing D’azull, concluyó.