Un ejemplar con buena genética, las instalaciones adecuadas, un programa de ejercicios bien hecho y un entrenador con experiencia, son algunas de las características que deberá tener un centro de entrenamiento de Endurance. Sin embargo, de todas las anteriores, puedo decir con seguridad que la más importante es el entrenador.

Porque al final, aunque un caballo cuente con la mejor genética o conformación física para ser el mejor, si no se le proporciona un entrenamiento óptimo, acorde a sus necesidades, es difícil que logre todo su potencial. Un entrenador que está bien preparado, que entiende el deporte, que conoce sobre la fisiología del caballo, que es sensible a su comportamiento, y además elije sus técnicas de entrenamiento con base en su experiencia y conocimiento, seguramente podrá llevar a cualquier caballo al máximo nivel deportivo.

Por ejemplo, podemos tener un animal con excelente historial genético, buena conformación física, buen corazón y muchos otros atributos que se buscan en un ejemplar ideal de Endurance. Pero si está a cargo de un entrenador que se conforma con la práctica amateur del deporte, sin reparar en la importancia de un buen entrenamiento, provocará que, en el mejor de los casos, simplemente no logre tener un buen desempeño, a pesar de todas sus cualidades.

Además el ejemplar corre el riesgo de lastimarse irrevocablemente por los errores que se puedan cometer durante su entrenamiento, aspecto que podrá acarrear otras dificultades para el centro de entrenamiento. Por todo ello el rol del entrenador es fundamental en el desempeño del caballo, ya que de sus decisiones depende la mayor parte del éxito en carrera.

El centro de entrenamiento no hace al caballo

Además del entrenador, el siguiente factor relevante serán los caballos, pues éstos serán los que aporten la calidad genética y el trabajo diario en este tipo de instalaciones. En centros de entrenamiento grandes, se hace una selección que muchas veces no depende del entrenador, pero que es altamente importante. Si existe la posibilidad de elegir, es muy valioso tener en cuenta el material genético y la conformación de los animales que se quieren entrenar.

La raza Árabe, o la cruza de ésta, suele ser la mejor para este deporte. Como parte de mi experiencia al competir y entrenar en otros países, aprendí que la figura ideal, con la que todos relacionamos a esta raza, no siempre es la mejor para las carreras de resistencia. Ahora me causa gracia recordar que antes, al elegir un caballo para Endurance, nos importaba su imagen, que tuviera una cabeza bien formada, que la cola y crines fueran largas, y hasta le dábamos mayor importancia al color de su pelaje.

Incluso tomábamos estos aspectos como lo esencial antes de revisar cualidades más importantes, como las patas, los cascos, su conformación o su historial genético. Sí, en el pasado se caía en el error de buscar ejemplares que fueran bonitos, mas no ideales para la disciplina; esto fue cuando el deporte estaba cobrando vida en México y no sabíamos absolutamente nada del tema.

La primera vez que competí en Sudamérica me encontré con un mundo de Endurance totalmente diferente. Recuerdo que me impresionó mucho ver en carrera a caballos diferentes, no entendía cómo les podía gustar un caballo con cabeza convexa y orejas grandes, flacos y sin la forma perfecta que caracteriza a la raza Árabe, y además les cortaban las crines; me parecían poco estéticos. Ahora yo misma le corto las crines a mi caballo y me encanta, con esto no quiero decir que todos los caballos de Endurance tienen que ser deslucidos o sin forma, pues hay caballos muy bonitos y que son muy buenos. Sin embargo, la belleza o el color que tengan son características que no tienen importancia en este deporte.

Lo primordial al elegir un caballo de Endurance será su historial genético (si hay líneas de sangre de caballos que han dado muy buenos resultados, la historia detrás del ejemplar). Muchos entrenadores se basan en eso, así como en su conformación, que estén sanos y limpios de tendones en patas, que no tengan sobrehuesos, entre otras características. La correcta selección de caballos puede determinar los buenos resultados a futuro.

Sofisticación en la práctica

Actualmente estoy trabajando en un establo de los Emiratos Árabes, donde las instalaciones y el equipo con el que se trabaja son de primera calidad. A grandes rasgos, se cuenta con una pista de 5 km de distancia para entrenar, así como caminadores, albercas, clínica, gimnasio e incluso un spa para los caballos. El nivel de competencia que hay en estos lugares exige el perfeccionamiento de los sistemas de entrenamiento de los ejemplares para poder lograr destacar entre los mejores.

Todo el tiempo se corre contra reloj, se tiene a un equipo de personas al cuidado de los equinos, haciendo que todo proceso sea diez veces más rápido de lo normal, gracias a su organización y entrenamiento. Por ello cobra también relevancia otro factor importante: trabajar con gente que sepa lo que está haciendo es indispensable.

Como parte del equipo de trabajo también se cuenta con veterinarios, herreros, entrenadores y jinetes que trabajamos diariamente con el mismo propósito: cuidar y entrenar a los caballos para hacerlos mejores y poder tener buenos resultados en carreras.

Hay centros de entrenamiento de muchos niveles, pero las cosas más importantes para lograr destacar en el deporte de Endurance ecuestre residen principalmente en el entrenador y los caballos. Entre más y mejores instalaciones se tengan, y mayor el equipo de trabajo, más se facilita el entrenamiento. Sin embargo, con muy poco también se pueden lograr buenos resultados: simplemente se requiere del conocimiento, la experiencia y una buena toma de decisiones a la hora de entrenar a un atleta de alta resistencia, pues al final los ejemplares que están en este tipo de centros deben ser guiados de manera oportuna.

Otras necesidades básicas

Un centro de entrenamiento debe contar con tratamientos adecuados, posteriores a un adiestramiento, por ello es básico e importante colocarles hielo en las patas después de rutinas largas o después de una carrera, por lo que una máquina de hielo no puede faltar en este tipo de espacios. Otra opción sería comprar hielo en bolsas del que venden en el supermercado cada vez que se requiera. Esta práctica se puede hacer metiendo las patas de los caballos en cubetas con agua con hielo, de 15 a 30 minutos, o bien tener unas botas especiales que se rellenan con hielo picado y se ponen alrededor de cada pata.

En una ocasión me tocó ver cómo un entrenador hacía uso de una máquina sencilla que se utiliza en los restaurantes para hacer frappé, ya que las botas tienen bolsas pequeñas donde resulta mejor colocar el hielo picado en lugar del cubo convencional. La creatividad a la hora de llevar a cabo estas prácticas dependerá de cada uno de nosotros.

Por último, creo que es muy importante tener un botiquín completo, con las medicinas y herramientas básicas para tratar una emergencia. Muchas veces los veterinarios no están cerca, y si no se tiene a la mano el medicamento necesario, puede ser letal para un caballo. Así mismo es importante tener un remolque preparado para mover a los equinos en caso de requerirse una evacuación por cualquier emergencia que surja en el lugar.