//Un día en la vida de un caballo de polo

Un día en la vida de un caballo de polo

El polo es un deporte completo basado fundamentalmente en el trabajo de equipo; sin embargo, lo que mucha gente no sabe, es que el miembro principal y más importante del conjunto es el caballo. Se dice que un jinete con habilidades promedio, con un equino brillante, puede jugar mucho mejor esta disciplina que el mejor jugador del mundo montado en el caballo equivocado. Al igual que en otros deportes, como el automovilismo, el motociclismo o el velerismo, si se tiene el talento, pero no se cuenta con el mejor vehículo, es casi seguro que el piloto o el equipo pierdan la carrera.

Entrenamiento y cuidados para esta disciplina ecuestre

Aquí, la velocidad y la agilidad de los caballos son tan vitales como las habilidades del jugador con la pelota, así como la equitación y el talento. Hay mucho más cuidado y preparación de nuestros atletas equinos de lo que parece: antes de que pongan un casco en el campo, deben tener varios años de entrenamiento previos para desempeñar este deporte. Si no están bien cuidados y entrenados, entonces no se podrá competir en un óptimo nivel.

El entrenamiento para los equinos comienza generalmente a los tres años de edad y tiene una duración aproximada de seis a 24 meses. Los mejores empiezan a competir cuando tienen cinco años de edad y continúan haciéndolo hasta que tienen unos 12. Hay algunas excepciones de caballos que compiten incluso hasta los 15 años o más.

El equino es seleccionado cuidadosamente por sus movimientos veloces, resistencia, agilidad y maniobrabilidad. El temperamento es crítico, ya que el animal debe ser capaz de responder bajo presión y no excitarse o ser difícil de controlar. La mayoría son pura sangre o cruzas con pura sangre, están capacitados para que las riendas sean manejadas con una sola mano, para responder a las piernas del jinete, así como a las señales de peso para seguir adelante, girar y detenerse. Un caballo bien entrenado llevará a su jinete sin problemas y con rapidez a la pelota y puede suponer entre un 60 y un 75 % de la habilidad del jugador y el patrimonio neto del equipo.

Cada jugador debe tener más de un caballo para poner reemplazar a los cansados al final de cada chukker (periodo con duración de 7 minutos con 30 segundos) o incluso durante el juego. En partidos de bajo nivel los animales descansarán al menos durante un chukker; en partidos de alto nivel de competencia, los jugadores tendrán por lo menos 1 caballo por cada periodo de juego.

Algunas particularidades

  • En los Estados Unidos, más del 50 % de los caballos de polo se han criado en Argentina y han sido reconocidos por su tamaño, agilidad, velocidad y resistencia.
  • También han llegado a esta disciplina ecuestre a través de las pistas de carreras o de establecimientos de cría de polo, como en el criadero Pologistix, que a partir de este año cuenta con futuros campeones hechos en México.
  • El cuidado y entrenamiento de estos hermosos animales es complejo y demandante, ya que cada uno tiene una dieta única individual y un programa especial de ejercicio. Eso sin mencionar que si se desea sobresalir en el deporte debe contarse con un personal responsable y entrenado; de la misma forma que las escuderías de los grandes equipos de carreras de autos capacitan a su personal y lo instruyen para mantener su vehículo a tono, así se debe cuidar con máximo detalle al equipo completo, desde la alimentación de los jugadores hasta el acondicionamiento del caballo.

Día de partido

Un día común para un equino en este deporte incluye estos cuidados y actividades:

  1. Ejercicio. Después del desayuno, los caballos se sacan a pasear o a un entrenamiento ligero para prepararlos para el partido.
  2. La hora del baño. Las melenas se les recortan, así como el pelo del cuerpo. Posteriormente se les baña y se alistan.
  3. Prejuego. Los equinos se dirigen al campo para prepararse antes del partido. Se les viste con la montura y los respectivos colores de la cuadra.
  4. Tiempo de juego. Después de desempeñar un duro partido compuesto generalmente por 6 chukkers, cada uno de los 6 caballos que ocupó cada jugador, es despojado de su montura, se le baña y es envuelto con soportes en sus piernas para descansar los tendones.
  5. Relajación. Los animales son llevados de vuelta a las caballerizas para aplicarles hielo (si es que sufrieron lesiones o inflamaciones). Son alimentados y consentidos con una comida de avena y balanceado, ya con su manta de descanso.

En cada juego el caballo aprende y mejora; es importante entenderlo y saber leer su comportamiento para que nosotros, los jugadores, comprendamos lo que nos quiere decir. Puede pasar un mal día o sentirse fatigado, al igual que un jugador de cualquier deporte; no obstante, no se puede dudar de la devoción y gusto con que se entrega en la cancha, tanto por el deseo de ganar como por la nobleza que lo caracteriza sobre cualquier otro animal.