Es importante para el comprador tener un profesional de referencia para tal efecto, que sepa fundamentalmente interpretar qué categoría de caballo necesita para el nivel de juego del futuro comprador. Esto es importante ya que determinadas taras o patologías son aceptables en algunos casos, y por tal motivo no sería bueno rechazar un caballo que tal vez le pueda enseñar algo a su jinete.
Actualmente, el Polo, como otros deportes ecuestres, ha pasado a ser una terapia o hobby para hombres y mujeres mayores de 40 o 50 años, que en realidad precisan caballos veteranos que sepan el oficio y a los cuales posiblemente, en una revisión clínica rigurosa, encontraremos alguna patología. Es en ese momento que la decisión del profesional es muy importante.
Existen tres categorías de caballos:
• Caballos nuevos.
• Caballos jugadores.
• Caballos reciclados.
Caballos nuevos
Provienen de distintos lugares: remates de criadores, remates de ferias, (caballos con origen) y compra directa en el campo (caballos sin origen, mestizos). Todos estos animales están entre los tres y cuatro años. Tienen en general un costo menor pero mucho potencial que será desarrollado luego de una buena doma, que llevará por lo menos de seis a nueve meses. En esta categoría es fundamental reparar en detalles como la estructura física, los aplomos, taras duras o blandas, la vista y la cavidad bucal, ya que estos pueden predisponer a diferentes patologías durante la doma y arruinar un trabajo de muchos meses y gasto de dinero. Es un error amansar estos animales jugando directamente, es preferible perder un poco de tiempo y trabajarlos en tareas rurales primero, pues de lo contrario se puede malograr un buen caballo por un golpe en la cabeza con el taco o la bocha, por ejemplo.Es importante también el estado sanitario, en lo que respecta fundamentalmente a AIE y Piroplasmosis.
Caballos jugadores
Son animales que están en training, que están jugando en los campeonatos o los fines de semana en las prácticas, tienen una edad de entre cinco y ocho o nueve años. Esta categoría la adquieren los jugadores de alto o mediano hándicap, para jugar aquí o en el exterior. Son animales de mayor valor, donde ya no se pasa nada por alto en la revisación clínica pues el 60% son exportados. El clínico hace hincapié en el estudio del aparato locomotor, cardiorrespiratorio, vista y estado de la lengua y barras dentarias. Por tal motivo, utiliza métodos complementarios de diagnóstico según sea el precio del animal o las pretensiones del futuro dueño. Es fundamental la fibroscopia laringea, los RX de tercera falange y anexos, nudo, caña y tarsos. Ecografías de tendones y ligamentos si hay evidencias clínicas. En general descartar procesos artrósicos y lesiones crónicas de tejidos blandos y si fuera el caso evaluar bien las agudas ya que por leve que aparezcan requieren de largos períodos de tratamiento. Evaluar las caderas luxadas ya que a pesar de la deformación en muchos casos ya no presentan dolor y si no tienen problemas mecánicos no deben rechazarse.
Es común encontrar soplos en el corazón o arritmias en reposo que desaparecen con el ejercicio, es importante ver el tipo respiratorio, en reposo y pos ejercicio, ya que las lesiones pulmonares, (enfisemas bronquitis crónicas, síndromes obstructivos) alteran sobremanera la forma de inspirar y expirar del caballo, se debe identificar si el animal hace ruido al respirar, primero en qué fase está y luego de dónde proviene. El estado de la boca (barras y lengua) nos dará idea de la docilidad en la rienda, generalmente los caballos duros de boca o disparadores tienen la lengua cortada o las barras con sobrehuesos, producto de alguna fractura. Siempre evaluar la vista haciendo deambular al animal con obstáculos en el camino, hacer fondo de ojo, o por lo menos ver que no haya opacidades producto de cicatrices, adherencias, etc. Comparar el tamaño de un ojo con el otro, los parpados y la simetría de los ollares y el labio superior, (parálisis facial, síndromes neurológicos). Es conveniente hacer una guía de estudio clínico para no pasar nada por alto ya que se puede perder una exportación por algunos de estos detalles que son fáciles de ver pero muchas veces el clínico no se toma su tiempo.
Caballos reciclados
Esta es una categoría de animales mayores de 10 años, que han sido jugadores que por diversos motivos pasaron una o dos temporadas en el campo, porque sus dueños han ascendido de categoría y “quedaron chicos”, por padecer de alguna patología que requería de reposo a campo y por no perder tiempo fueron reemplazados. También podemos encontrar yeguas, fundamentalmente de 12 o 13 años, que son de muy buena rienda y mansas que solo necesitan ser practicadas en el deporte para hacerlas jugadoras (yeguas fáciles).
Estos tipos de animales son de menor valor, pero en el caso de los primeros tienen mucho oficio y realmente le enseñan mucho al jugador nuevo. Son ideales para iniciarse en el deporte ya sea para la escuela y mejor si se las puede jugar, ya que la mayoría presenta alguna patología. En este caso, como lo mencionamos anteriormente, el veterinario debe decidir la compra de acuerdo a la evaluación clínica y fundamentalmente teniendo muy en cuenta para que se va a utilizar. Si bien, como lo dijimos anteriormente son de menor valor, de nada sirve comprar un animal incapacitado para el deporte pues generan iguales o mayores gastos que uno apto.
En el caso de las yeguas algunos clientes solo tendrán en cuenta si fueron buenas jugadoras para guardarlas como vientres. En este caso debemos evaluar bien la conformación del aparato genital para evitar: cloacas rectovaginal, urovaginas, falta de labios vulgares a causa de bicheras, canal pelviano disminuido por fracturas, estado de los ovarios y útero, ausencia de pezones en las glándulas mamarias y en general todo lo relacionado. En muchos casos si el clínico no está práctico o tiene dudas es conveniente consultar con un colega especialista en reproducción.