Hace años escogí al Endurance como mi disciplina favorita, principalmente por ser la que es natural para la raza de mis caballos, Árabe, pero también porque después de probarlo por primera vez quedé “enganchado” con la adrenalina que produce montar largas distancias. Pero además, con el tiempo aprendí y experimenté lo más preciado que tiene: el lazo que se construye entre caballo y jinete.
Conforme te adentras más en el Endurance vas entendiendo que es un deporte de estrategia pura y el requisito más importante es conocer muy bien a tu caballo. Ese tipo de conocimiento que sólo viene de montar muchas, pero muchas horas, donde llegas al punto de reconocer el ritmo normal de su respiración, su estado de ánimo, su nivel de cansancio, o en el caso de las yeguas, si el ciclo reproductor está afectando su desempeño ese día.
Mayores reglas para proteger al caballo
Esta disciplina se debe a esta especie. Por ello, nuestra mayor preocupación como jinetes, jueces y veterinarios, es el bienestar del animal, por lo que las reglas cada vez son más estrictas en cuanto a los requisitos a cumplir en las revisiones veterinarias, pues se busca con mayor esmero que los ejemplares no sean exigidos más allá de sus límites.
Una de las formas más directas de cuidar su esfuerzo son las pulsaciones por minuto (ppm) a las que deben de disminuir en cada parada de revisión oficial. En las categorías más bajas, el criterio es de 56 ppm, que es muy cerca de las pulsaciones normales en reposo de un caballo, por lo que los jinetes debemos de entender que cualquier esfuerzo extra que le exijamos al nuestro, muy probablemente impedirá que alcance los criterios en alguna de las revisiones.
Con frecuencia, pero con mucha frecuencia, veo jinetes que salen a cabalgar o entrenar, digamos 20 a 30 km en un día normal, de fin de semana, exigiéndoles a sus monturas, y al terminar están seguros de que “aguantaron” muy bien la cabalgata.
El problema es que si no miden sus pulsaciones, sólo estarán haciendo un juicio de valor, pues el noble animal sólo mostrará evidentes signos de fatiga si el ejercicio fue realmente extenuante. En algunas ocasiones he hecho la prueba con mis amistades que se inician en el Endurance; al terminar el entrenamiento les ayudo a medir las pulsaciones de su caballo y cuánto tiempo tardan en disminuir a los criterios de 56 ppm, y casi siempre se llevan una sorpresa muy grande: no está en las condiciones que pensaban y el ejercicio sí representó un esfuerzo excesivo para él.
No ser un “weekend warrior”
En otras palabras, si fuera una prueba oficial de Endurance, sencillamente los jueces veterinarios no les permitirían continuar. A estos caballos me los imagino como a los hombres adultos que suelen llamarles weekend warriors (guerreros de fin de semana); y son aquellos que toda la semana están encerrados en la caballeriza, y sólo los fines de semana, uno o dos días, salen a ejercitarse representando casi siempre un ejercicio mayor al que deberían de experimentar.
Es igual que aquellos adultos en sus 30, que suelen tener episodios cardiacos porque no hacen ejercicio con regularidad y el fin de semana se exceden, ya sea en el campo de fútbol o la de frontón o squash. Y así como el doctor les aconsejaría cambiar sus hábitos, los veterinarios en el Endurance buscan detener estas prácticas tan dañinas para el caballo.
Cómo cuidar a nuestro ejemplar
Por todas estas razones, es primordial que el caballo se ejercite no solamente sábado y domingo, sino también entre semana; lo ideal sería darle un par de días de descanso por semana y que se ejercite los restantes cinco días. La mayoría de los jinetes definitivamente no podemos montar a nuestra cabalgadura más que los fines de semana (por nuestras responsabilidades de trabajo); entonces es importante reconocer que en el presupuesto de “mantenimiento” mensual de nuestros caballos, tenemos que incluir la inversión para que otra persona los ejercite al menos tres veces entre semana.
También es fundamental aclarar que no todos los días pueden ser de ejercicio intenso; hay que modular los entrenamientos de manera que el ejemplar vaya ganando condición poco a poco. En lo personal me gusta variar los estilos de entrenamiento y programo un día de sólo caminata, usualmente un día después de aquel que entrenamos más largo.
Otro día me gusta que los caballos hagan intervalos de trote, galope, caminar, y otro dedicarlo a subir cuestas para el fortalecimiento de los músculos. Así que una semana ideal de entrenamiento podría ser lunes de caminata de alrededor de las 13:30 a las 14:00, con un par de tramos cortos de trote muy ligero para estirar.
Martes de descanso; miércoles una hora de colinas después de su calentamiento, pero cuidando siempre que los descensos sean controlados: es importante que sean al paso y no trotar de bajada; jueves de intervalos de caminata/trote; viernes de intervalos trote/galope. Y escoger, ya sea sábado o domingo, para hacer el entrenamiento largo, digamos tres horas de cabalgata con los amigos, para que el día restante del fin de semana sea de reposo absoluto.
Este programa lo recomiendo ampliamente para caballos de Endurance que participan en las distancias cortas, pero es importante reconocer que es el programa ideal de mantenimiento para todos aquellos ejemplares que salen a cabalgar los fines de semana, por lo que quisiera invitar a los jinetes de cabalgata que adopten este programa para sus animales.
Aprende a conocer a tu atleta equino
Como hemos visto, el caballo de Endurance entrena una gran cantidad de horas por semana, de lo contrario no tendría la condición suficiente para alcanzar los criterios tan exigentes de las paradas de revisión veterinaria. Ya sea que lo montes todos estos días por semana o te apoyes en algún profesional para completar algunos de los entrenamientos, es altamente probable en ambos casos pasar muchas, pero muchas horas arriba de tu caballo, y el resultado de esto será este lazo de unión entre ambos.
Con el tiempo podrás reconocer con bastante precisión cómo se está sintiendo esa jornada, si es un día bueno o no, si llegase a tener algún problema de digestión o deshidratación, algún dolor o molestia, y él también podrá reconocer las instrucciones de acuerdo con la forma que lo montes. Finalmente lograrán acoplarse como equipo, y esto sólo se logra pasando muchas horas juntos, que a final de cuentas es el objetivo principal de todos los aficionados a este noble animal.
Escucha, siente, cuida y disfruta a tu caballo.
José Luis Flores
Jinete de Endurance ecuestre