Si eres fanático de los caballos y has seguido los artículos de nuestra revista sabrás que el Longines Global Champions Tour es el evento hìpico más importante de México, que se celebra en Campo Marte en el mes de abril. En él se reciben más de 50 jinetes de talla internacional, entre ellos el top 30, y fue traído a México gracias a la labor de Francisco Pasquel, director del evento y jinete destacado.
En entrevista exclusiva para Mundo Equino nos contó más de este magnánimo acontecimiento y su sólida carrera en la disciplina de Salto.
¿Qué ha significado para ti el Salto ecuestre?
Es un estilo de vida, una manera en la cual me he enseñado a disciplinarme y a tener objetivos muy claros sobre
dónde quiero llegar. Te sirve en muchos aspectos de la vida, obteniendo logros y satisfacciones a corto, mediano
y largo plazo.
¿Por qué es importante para ti traer a México el Longines?
Bueno, siempre fue un sueño. La verdad es que esto viene desde que el ingeniero Alfonso Romo traía la Pulsa
Crown en La Silla; era un gran evento dentro de los tres mejores del mundo, era algo increíble y soñado ver ahí a
los máximos jinetes internacionales, pero desapareció el concepto de la Pulsa Crown hace muchos años. Ahorita
ya existe de nuevo, aunque diferente.
Pasó bastante tiempo sin un concurso de talla internacional y siempre fue mi sueño traer a jinetes sobresalientes a México. Gracias a Dios lo logramos, porque no sólo es el competir como mexicano contra ellos, sino demostrar lo que somos, los mejores para hacer eventos. Lo mismo pasa en la Fórmula 1, en el tenis, en el golf. Este es
el mejor lugar para realizar una justa deportiva mundial. Todos lo sabemos muy bien, cada uno en su actividad y
atendemos de forma excelente a los extranjeros: sabemos hacer que disfruten y conozcan nuestra cultura.
¿Cómo han ido incrementando los retos en cada edición?
Cada vez hay que hacerlo mejor y mejor. El año pasado pusimos la vara muy alta y siempre hay algo que perfeccionar. Es cierto que hay sorpresas, pero la clave es atender bien a la gente, a los patrocinadores y a los jinetes. Si
cumples con ello, cada año vas a hacer un evento exitoso.
¿Cuál consideras que es el mejor recuerdo de este evento?
Son dos muy importantes. Deportivamente hablando,ocurrió hace dos años cuando Nicolás Pizarro pasó cero en el Gran Premio y tembló. Como cuando meten un gol en un estadio donde todo el mundo aplaude con manos y pies y grita, eso nos pasó y es algo no común en nuestro deporte.
Y la que más me marcó este año fue (y nadie se lo esperaba), el Desfile de Muertos. Aunque no era la fecha, el Gobierno de la CDMX nos mandó un desfile encabezado por Paola Félix Díaz, quien ha promovido mucho esta tradición. Yo estaba en la entrada de la pista coordinándolo y fue impresionante cómo toda la gente volteó y sacó los celulares para grabar. Eso me encantó porque no es usual tratándose de un show de medio tiempo (se le podría llamar), pero es una de las cosas que más me han gustado.
¿Recuerdas cómo te sentiste la primera vez que representaste a México?
Muy contento y feliz, representar a tu país es lo mejor que hay. Los mexicanos nacemos con la bandera tatuada
y cada vez que la vemos o representamos, damos lo mejor. A veces salen bien las cosas, otras no, pero con ganas
es lo mejor. La primera vez que lo representé fue en los Young Riders y estaba muy emocionado. Yo estoy dispuesto a hacer lo que sea para representar a mi país.
¿En qué momento te diste cuenta que querías dedicar tu vida a los caballos?
Bueno, no la dedico, soy muy cercano a ellos porque representan muchas cosas, por ejemplo, un negocio con todos
mis socios, algo que nos ha unido y nos ha enseñado a tener el mismo objetivo de vida: sobresalir, llegar y triunfar.
¿Qué nos puedes decir sobre Naranjo?
Es el mejor que me ha tocado. Deportivamente he ganado muchísimo con él, me ha enseñado a llegar a donde estoy. Y claro, con el primer caballo que te lleva a lo máximo puedes cometer ciertos errores y es difícil mantenerlo en
nivel óptimo. Eso me pasó un poco, lo tengo ya como segundo caballo y el primero ahorita es Coronado, es joven
y creo que el 2020 va a ser extraordinario. También tenemos a Manzano y en Xalapa obtuvimos dos segundos lugares. Pintan bien las cosas para el siguiente año.
¿Alguna experiencia divertida que hayas tenido con cualquiera de estos caballos?
La verdad es que son como mis hijos, los quiero mucho y cada uno tiene diferente carácter. Cuando los quieres de
esa manera y les dedicas tanto, siempre te dan un extra. He tenido mucha suerte de tener los caballos que tengo
ahora y los jóvenes que vienen, vienen igual de fuerte, entonces tenemos una muy buena Cuadra para el futuro.
¿Por qué decidiste ponerle a tus caballos Naranjo, Coronado y Manzano?
Todos los nombres de mis ejemplares tienen que ver con algo. Naranjo era un rancho de mis abuelos en Veracruz,
en la zona de El Naranjo, por eso el nombre. Coronado, porque de chico iba a un lugar de vacaciones que así se
llama. Manzano fue circunstancial, porque me gustó el tema de las frutas, es el único sin un significado detrás.
Tengo otro que se llama Ébano, así se llamaba un caballo de mi papá; entonces siempre hay una conexión en los
nombres.
¿Cuál sería el mensaje que le darías a los deportistas que apenas comienzan?
Que este es un deporte de paciencia y de muchos sacrificios donde hay que ponerse objetivos a corto, mediano y
largo plazo. No saltarte un paso para llegar al otro; así no funciona. Es poco a poco y siempre dando pasos sólidos
hasta llegar arriba.
¿Eso te dirías a ti mismo cuando estabas empezando?
Quería comerme el mundo y al final aprendes que no es así, pero es el consejo que me daría. Se debe saltar en la
categoría que estés más fuerte. Mucha gente se siente muy sólida en alguna y quiere ir al concurso de una categoría arriba, pero es cuando les va mal. Hay que dominar lo que haces hasta un 100 % antes de subir a la siguiente
etapa, porque es exponencial. No son “sólo diez centímetros más”, suenan poco y muchos los menosprecian, la dificultad es exponencial.
¿Cómo es la vida y rutina de Fran Pasquel en términos deportivos?
Me levanto a las seis de la mañana y estiro. Hago yoga y estiramiento tres veces a la semana en casa.
Trato de hacer diferentes ejercicios aeróbicos los otros días, como correr, spinning o box. Y de montar
lo más posible: tres caballos al día, que son muy pocos en realidad.
Me considero jinete en un ámbito amateur y eso es lo difícil, ya que compito con gente profesional, que
monta arriba de ocho caballos al día, pero les damos pelea y competimos muy bien contra ellos. Tenemos un
buen grupo de entrenadores y jinetes (dos de mis hermanos montan), la verdad nos apoyamos bien y
tenemos gente que nos asiste con clínicas, para estar a la vanguardia y lo mejor entrenados posible.
¿Cuál es tu próximo reto y cómo planeas lograrlo?
Pienso que el siguiente año va a ser muy importante para nuestro deporte porque regresamos a los Juegos
Olímpicos. Hace cuatro años por primera vez no calificamos, pero las cosas se están haciendo muy bien con la FEM, pues se contrató un jefe de equipo profesional (Stanny Van Paesschen), y nos ha ordenado; gracias a esto hay un método deportivo y están yendo los mejores a competir, con excelentes resultados. Me encantaría poder representar a mi país en los JJOO y espero que me llamen. Hay que hacer las cosas bien lo que resta del año y el siguiente, pues posibilidades las tenemos. Hay jinetes como mi hermano Patricio con más aptitudes para ir, pero todavía falta mucho y ese sería un objetivo personal. Aunque también tengo la meta de representar a mi país en diferentes copas de
naciones por Europa, concluyó.