La popularidad del Endurance como deporte competitivo a nivel mundial lo ha llevado a cambios en su historia, creando retos para todos los involucrados, sobre todo a los veterinarios, ya que durante las competencias los caballos son monitoreados muy de cerca con el objetivo de eliminar a los que muestran comprometida su salud, y dicho monitoreo exhaustivo provee de una infinidad de datos.
Es relativamente un nuevo deporte ecuestre y su crecimiento y aceptación han tenido un aumento significativo, incluso a nivel veterinario. Existen ya diferentes tipos de Endurance en varias partes del mundo, particularmente de velocidad.
Hay carreras a un promedio por arriba de los 25 km/h en distancias entre los 120 y los 160 km, y lo más sorprendente es que los últimos tramos llegan a alcanzar más de 30 km/h, desatando retos para veterinarios y organizadores para proteger la salud de los caballos, por ejemplo, obligar a reducir la velocidad promedio y hacer rutas de carácter más técnico.
Control veterinario en las competencias de Endurance
Éste inicia desde antes que la prueba comience, es decir, antes de la salida se hacen los prechequeos para determinar si los caballos llegaron en condiciones físicas para competir; durante la carrera se les revisa al terminar cada fase y al final de la competencia. Si no cumplen con los requisitos son eliminados por su bienestar.
Estas eliminaciones pueden ser por cuestiones metabólicas, por ejemplo, exceso de pulsaciones de las permitidas en el tiempo límite, o de tipo ortopédico, como mostrar dolor en alguna de sus extremidades al hacer el trote a la mano. Incluso pueden ser eliminados en el último chequeo, lo cual sólo sucede en esta disciplina.
Modificaciones en el reglamento para proteger al caballo de Endurance
La popularidad del Endurance ecuestre viene acompañada con un incremento en el número de jinetes a nivel nacional e internacional. En los registros de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) en 1994 se contaba con 16 jinetes; para 2011 ya eran 276 jinetes, llegando a 2.733 en el 2018. Esto lo convierte en el deporte ecuestre con mayor crecimiento y el segundo en popularidad después de Salto.
Los porcentajes de eliminaciones en las competencias se han incrementado proporcionalmente, provocando discusiones al respecto. Por eso, tanto veterinarios como los cuerpos regulatorios de la disciplina tienen que superar en conocimiento y tomar medidas a tiempo para adaptarse a los cambios que esto conlleva, todo para proteger la salud del caballo.
Es así que la FEI propone los siguientes cambios significativos al reglamento de Endurance que, de ser aprobados por la mayoría de las federaciones ecuestres, tendrán vigor a partir del 2020.
Modificaciones en los criterios para los eventos prueba (test events).
– Pesos mínimos en los jinetes.
– Máximo número de participantes.
– Incremento en las sanciones por llevarse un caballo de la competencia sin que haya sido verificado por el cuerpo veterinario.
– Diseño de pistas, numero de fases y distancias entre los puntos de asistencia y abastecimiento de agua.
– Parámetros de frecuencias cardiacas y tiempos de presentación en los chequeos veterinarios.
– Número de personal de apoyo.
– Tipo de equipo, monturas bridas y otros, para impedir abuso en los caballos.
– Rol del entrenador en sanciones.
– Tiempos muy específicos en los periodos de reposo durante competencias.
– Modificaciones en el sistema de calificación para competencias FEI, de una estrella hasta campeonatos.
– Rol de oficiales.
– Sangre visible en caballos.
– Extensión en los periodos para reportar controversias en la competencia.
– Incremento en las sanciones por abusos.
Para más informes y desglose de los puntos anteriores se puede ingresar a la página de la FEI. Tanto la FEI, como la Asociación de Endurance Ecuestre, así como todos sus integrantes, estamos a favor de evitar el abuso en los caballos y apoyamos cualquier medida que sea en bienestar de nuestros compañeros equinos en la vida cotidiana y en el deporte.
Ricardo Galán
Presidente de la Asociación Mexicana de Endurance Ecuestre