Los caballos han estado presentes en varios momentos de la humanidad. Los equinos que en la actualidad podemos ver solo representan una pequeña rama de un gran árbol genealógico de esta especie. Se dice que los caballos han evolucionado durante alrededor de 55 millones de años.

Hace 55 millones de años los caballos tenían un aspecto completamente diferente a los que vemos en la actualidad. Los equinos prehistóricos se conocieron como Hyracotherium y eran pequeños, del tamaño de un perro o un corderito. El Hyracotherium media 60 centímetros de longitud y 20 de altura

El ancestro del caballo era de las selvas tropicales de América del Norte y se alimentaba de hojas. Cuando las montañas rocosas se formaron, las selvas tropicales como América del Norte, se secaron. Las llanuras se cubrieron de hierbas y los caballos se adaptaron a comer ese tipo de hierba lo que propició al desarrollo de mandíbulas más fuertes y el agrandamiento de los dientes.

A medida que la especie evolucionaba, fueron aumentando su tamaño. Poco a poco desarrollaron ligamentos fuertes y los pies que tenían un dedo gordo al centro, se convirtieron en un casco. El Mesohippus es considerado la transición entre la especie primitiva del caballo al moderno. Los fósiles de esta especie se encontraron en Canadá, Colorado, Nebraska y Dakota. Se calcula que vivieron hace 37 millones de años. El primer antepasado que ya tiene una apariencia similar al caballo moderno fue el Merychippus pero aún tenía 3 dedos. Sus patas eran alargadas y migraba largas distancias.

El abuelo del caballo se llama Pliohippus y es el que dio origen a diversas razas que se extendieron por América. Le siguen el Dinohippus que engloba caballos, cebras y asnos. Vivieron hace 13 millones de años. De ahí descendió el Equus que gracias a su capacidad adaptativa aún están presentes.

Los caballos llegaron desde América hasta Asia y se expandieron por Europa. Estudios estiman que hace 10, 000 años, los caballos desaparecieron temporalmente de América probablemente debido al cambio climático o a la llegada de los cazadores que en esa época los buscaban como alimento y no como medio de transporte.

Existen pinturas rupestres en Francia de hace más de 17 mil años en el que se muestran representaciones de caballos y se sabe que más tarde las sociedades humanas le pudieron nombre a las constelaciones en honor a los caballos.

Pero sin duda la domesticación del caballo marcó una innovación en el transporte. Con la ayuda de los equinos, los humanos lograron viajar largas distancias y trasladar mercancía más rápidamente. El traslado pasó de 4 millas por hora 55 millas por hora que es la velocidad récord de galope en distancias cortas.