Las heridas son muy comunes en el campo. Y, cuando las heridas ocurren cerca de una articulación o tendón, siempre existe el riesgo de que la estructura sinovial esté involucrada. Si es así, eso se convierte en un problema grave.
Las estructuras sinoviales incluyen articulaciones, vainas tendinosas y bolsas (amortiguación, sacos llenos de líquido) que contienen líquido sinovial que protege y lubrica la anatomía circundante. Cuando una herida involucra una estructura sinovial, el líquido sinovial y, por lo tanto, se pierde lubricación, y puede producirse una infección.
Debido a que las heridas que involucran estructuras sinoviales son graves y pueden poner en peligro la vida, los veterinarios deben evaluar rápidamente si una herida, de hecho, involucra una de estas estructuras
Herramientas para identificar estructuras potencialmente afectadas
Los practicantes necesitan una comprensión clara de qué estructuras podría involucrar la herida. Estos podrían incluir tendones, ligamentos, vainas de tendones y bolsas. Existen aplicaciones para teléfonos inteligentes que pueden ayudar a los veterinarios a identificar una anatomía específica, y tomar fotos de textos veterinarios para usar como recursos en el campo también puede ser útil, dijo. Una vez que el veterinario ha identificado las posibles estructuras involucradas, es hora de evaluar el daño. Una forma es usar ultrasonido móvil.
Aunque no se usa comúnmente para este propósito, evaluar una herida mediante ultrasonido puede proporcionar información útil sobre la dirección, profundidad y proximidad de la herida a estructuras importantes. El veterinario puede colocar la sonda de ultrasonido directamente sobre la herida, utilizándola para obtener imágenes de la cantidad de líquido sinovial y el grosor de la membrana sinovial, por ejemplo.
Las radiografías son útiles para identificar traumatismos óseos, así como el lugar donde se encuentra la herida en relación con una articulación. Cualquier gas acumulado en la herida, así como el tracto de la herida, podría ser visible. Hill recomendó tomar cuatro imágenes de una región para revisar los huesos en busca de posibles fracturas desde todos los ángulos.
Si estas técnicas de diagnóstico no invasivas no brindan una respuesta definitiva, se recomienda realizar una sinoviocentesis. Durante este procedimiento, el veterinario recoge una muestra de líquido sinovial para evaluar su color y viscosidad. Ella recomendó insertar la aguja lejos de la herida y de cualquier área donde pudiera existir celulitis para reducir el riesgo de introducir bacterias en la articulación. Una técnica aséptica estricta durante este procedimiento es vital.
Al recolectar líquido sinovial, se recomienda primero enviarlo para citología; entonces solo cultívala si has recogido suficiente muestra. Después de tomar muestras, el veterinario debe distender la estructura sinovial con solución salina o de contraste. La solución de contraste puede ser particularmente útil, si no se podía ver previamente el tracto de la herida. Sin embargo, requieres tomar radiografías adicionales después de inyectar el material de contraste y, a menudo, un segundo par de manos.
Los puntos clave incluyen:
– Las heridas son comunes en el campo.
Determinar si una estructura sinovial está involucrada es fundamental para determinar el tratamiento apropiado.
– El primer paso es saber qué estructuras pueden estar involucradas.
– Los veterinarios pueden usar una combinación de ultrasonido, radiografías y sinoviocentesis en el campo para evaluar la afectación sinovial.
Con informaciónb de Jacqueline Hill, Médico Veterinaria del Centro Equino Médico de Littleton, en Colorado.