//¡Técnicas para la doma inicial del caballo!

¡Técnicas para la doma inicial del caballo!

Por naturaleza, el caballo es un animal de huida. Esto implica una verdad innegable: si siente miedo, saldrá corriendo.  Esto sucede con frecuencia en equinos jóvenes que aún no están acostumbrado a la mano y la comunicación de sus jinetes, ni hablar de una doma inicial.

Si un caballo primerizo nota un tirón del filete (como bien sabemos está insertado en la parte más sensible de la boca del caballo), su reacción más evidente será resistir y seguir su principal instinto: huir.

Cuando tiramos del filete no le producimos dolor, pero sí una sensación de pánico de la que querrá evadirse a toda costa. Puede ocurrir también que levante la lengua, intentando aliviar el dolor, o incluso que logre pasar ésta por encima del filete.

No te preocupes, todo esto se puede evitar con un uso correcto del cabezón para dar cuerda. Recuerda que la única vez que está permitido fijar la cuerda al filete es para dar cuerda al caballo domado para trabajar a dos riendas.

Una buena cabezada de dar cuerda debe contar con tres anillas insertadas en la parte frontal; asimismo, la cuerda debe fijarse con el mosquetón a la anilla central. Las anillas exteriores pueden ser usadas para las riendas de atar y sirven para poder trabajar con un caballo que no pueda llevar una embocadura en la boca, precisamente, debido a una lesión o problema dental.

La cabezada de dar cuenta debe colocarse por encima de la cabezada del filete. Los montantes deben ajustarse algo más que los de la cabezada del filete (así evitamos que estos se deslicen sobre los ojos del caballo durante el trabajo a la cuerda). La importancia de una buena ajustada de cabezada reside en que se previene cualquier daño en el caballo, en dado caso de que éste realice un movimiento brusco con la cabeza.

¡También hay cabezadas de diseño especial para dar cuerda al caballo sin usar una brida normal debajo! Esto se puede acoplar y quitar fácilmente. La opción es práctica y se adapta a caballos de cualquier edad.

Otra de las ventajas es que con una brida normal, la muserola debe estar colocada aproximadamente al ancho de una mano por encima de los ollares para no impedir u obstaculizar la respiración del caballo. Lo mismo sirve para la cabezada de dar cuerda. Si la cabezada se fija demasiado alta, por el contrario, afecta a las ayudas para la media parada sobre el hueso nasal del caballo. El uso de una cabezada de dar cuerda con posibilidad de enganchar un filete evita tener que hacer este compromiso y permite una colocación idónea.

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Cómo enseñar la cuerda

Es importante que el entrenador cuente con la experiencia y conocimiento necesarios. Cuando él trabaja solo, la tralla debe tener suficiente longitud para tocar al caballo en los posteriores o la espalda con el extremo del latiguillo, trabajando en un círculo de 20 metros. De igual forma, si la tralla no tiene suficiente alcance, el entrenador podrá caminar en un círculo pequeño junto con el caballo en vez de estar parado en el centro. ¿De qué tamaño es el círculo? Éste debe adaptarse al nivel de doma del caballo, contrario a la lo que se cree de la longitud de la tralla.

Es necesario que sepa distinguir si el caballo está trabajando correctamente. Una persona que no sepa dar cuerda debe trabajar bajo supervisión con caballos domados, antes de intentar darle cuerda a un caballo inexperto y joven.

Doma inicial de caballos

Primero, hay que llevar al caballo ya completamente equipado a la zona en que daremos cuerda. Ojo: aún no hay que fijar las riendas de atar al filete, estas se engancharan dobladas al cinchuelo para que no molesten. La cuerda larga se fija a la anilla central de la cabezada de dar cuerda. Si tienes un ayudante, pídele que lleve al caballo hacia el perímetro del círculo, mientras tú (domador) permaneces en el centro.

Lo ideal es contar con una zona totalmente circular para dar cuerda, de 20 metros de diámetro aproximadamente (de no contar con un lugar así, se puede crear una zona dentro del picadero u otra superficie apta, llana, segura y delimitada con balas de paja). El círculo nunca debe ser demasiado pequeño porque se pueden dañar los tendones y ligamentos del caballo.

Posteriormente, el ayudante con la tralla debe caminar al lado del caballo por la pista para demostrarle cómo es que debe moverse: en círculos.

El caballo debe acostumbrarse gradualmente a aceptar las medias paradas (pequeños toques con la cuerda larga) para ir más lento; de igual forma, el toque más fuerte para transmitir la señal de parada. Los comandos de voz que hay que utilizar conjuntamente con las señales de cuerda larga son “ho, ho”, para media parada, y un largo “hooooo” parala parada. Es importante usar la voz para premiar al caballo cuando haya comprendido u obedecido un comando.

La tralla es para enseñarse al caballo. ¡En ningún caso para amenazar o pegar!

Un toque sobre la espalda significará, entonces, que el caballo debe agrandar el círculo, mientras que un toque sobre el posterior es que debe apresurar la marcha. Para que el caballo avance y estire hacia abajo, hay que estimularlo y mantener un suave contacto elástico con la cuerda larga y con las riendas de atar cuando se usan.

Si la cuerda queda floja porque el caballo no avanza, anímalo a moverse sobre el círculo con la ayuda de la tralla, siempre asegurándote de que los posteriores sigan la trayectoria de las espaldas. Si el caballo tira de la cuerda, debe corregirse con medias paradas.

La combinación de ayudas de la cuerda larga, la tralla, la voz y el ayudante debe usarse de manera persistente para que el animal comprenda toda la información poco a poco.

¿Cómo se pide trote?

Para pedir trote, debe usarse la voz en conjunto con un suave toque sobre el posterior. Si el caballo sale disparado, o salta a galope, una media parada con la cuerda larga indicará que debe ir más lento y concentrarse. Al pedir una transición a más hay que usar una voz breve y fuerte con entonación para arriba; por el contrario, para una transición a menos, el sonido debe ser bajo y largo, con una entonación hacia abajo.

Es decir, para lograr una transición de trote de paso hay que usar la media parada con la cuerda, combinando con el comando vocal “paaaaaaso”. Estas mismas ayudas de voz se usarán cuando se monte al caballo por primera vez: la doma debe ser progresiva para el caballo y debe mantener cierta lógica que él comprenda: una cosa debe llevar a otra.

Todo el tiempo, el caballo debe comprender y hacer a gusto lo que se le pide antes de progresar a la siguiente fase de su doma. Así se garantizará que el domador ganará la confianza y el respeto del caballo. Un punto importante es que el caballo estará menos atento cuando esté cansado, rígido o aburrido. ¡Haz tus primeras lecciones cortas y cambia de mano con regularidad para que el hartazgo jamás llegue!

Cuando el caballo haya entendido todo lo que se le pide, el ayudante con la tralla puede alejarse del caballo y ponerse en el centro del círculo junto a la persona que da cuerda. Si el caballo le sigue hacia adentro, hay que utilizar la tralla en dirección a la espalda del caballo para dejar en claro que debe seguir sobre el círculo. Una vez realizada esta acción, puedes empezar a dar cuerda solo y controlar al caballo con la cuerda larga y la tralla.

Para conseguirlo, puedes llamar la atención del caballo moviendo el brazo con la tralla de forma circular. Hay que observar que el caballo trabaje correctamente; en esta fase de la doma, el equino debe poder moverse activo, sin correr, y tener un ritmo estable, así como libertad de espaldas; puede también mover el cuello hacia delante y hacia abajo; debe remeter los posteriores debajo del centro de gravedad. Hay que estar al tanto para corregir cualquier anomalía o situación que pueda presentarse de manera inmediata con la ayuda de una media parada o la tralla.

¡Manos a la obra!