//Cass Ole, El corcel negro

Cass Ole, El corcel negro

Una grandiosa novela y película que sirvió como inspiración para muchos amantes de los caballos. 

Esta es la historia de uno de los caballos más conocidos de la historia moderna y ciertamente es de los ejemplares Árabes más famosos. Esta raza es aceptada en colores básicos y sus distintas tonalidades: blanco, café, alazán, roano y negro. Entre los colores comunes están el blanco, el café y el alazán, siendo el tono negro muy demandado por su poca existencia (el roano es prácticamente imposible de criar). 

El gen que da el color negro es muy raro, porque no es posible procrear una cría así a menos que uno de los padres no lo herede de manera directa, es decir, no puede “brincarse” generaciones. Tan sólo el 10 % de los caballos Árabes son negros y de ellos el 1 % son homocigotos, esto es, que heredan únicamente genes que dan la coloración negra, y de éstos un 1 % es zaino o completamente negro, que no tiene una sola mancha de otro color en todo su cuerpo.

Dicho esto entenderán en parte por qué el aspecto del protagonista de esta cinta es tan especial. Para comenzar, debo contarles que el primer caballo Árabe que reconocí en mi vida fue el que apareció en la película El corcel negro, de Ford Coppola. Si bien se estrenó en Estados Unidos en 1979, no fue sino hasta 1982, a mis 9 años de edad, que la vi en el cine en México y me causó un enorme impacto. Basada en la novela de Walter Farley (1941), cuenta la historia del niño Alec Ramsey y su indómito corcel negro.

Una cinta inspiradora

El chico hacía un viaje en barco por las costas del norte de África, cuando encuentra a varios hombres tratando de someter a un salvaje caballo negro. Cautivado por su belleza, regresa más tarde para darle unos cubos de azúcar, pero el dueño lo sorprende y regaña diciéndole en árabe que se aleje de shetan (el diablo).

Ya en el camarote su padre le muestra lo que ganó en el póker, y de ahí le obsequia una navaja de bolsillo y una pequeña estatua de Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno, contándole su historia. Durante la noche, al caer Alec violentamente de su litera, sube a cubierta y nota que el barco se incendia y hunde. En medio del caos descubre al semental negro sujetado por cuerdas y, utilizando su navaja, lo libera. El ejemplar salta la baranda, cae al agua y otra sacudida hace que Alec también caiga al mar, justo antes de que el barco explote. 

El niño despierta triste y asustado en la playa de una isla deshabitada, después explora los alrededores y se topa con el corcel, que una vez más está atrapado entre cuerdas y rocas. Nuevamente lo libera y aquel huye corriendo. Más tarde Alec está dormido en la playa y al despertar se encuentra frente a frente con una cobra; entonces aparece el corcel negro, pisoteándola y salvándolo. Pero otra vez se marcha, galopando. 

Esto hace que se interese más en el animal y comienza a intentarlo sin éxito, hasta que le ofrece lo único comestible, unas algas marinas. El animal lucha con su desconfianza hacia las personas, pero el hambre lo anima, come un puñado y desaparece de nuevo. Este acto sella el comienzo de su relación, ya que posteriormente puede acercársele cada vez más y jugar en la playa, hasta que un buen día logra montarlo a pelo.

Las siguientes escenas son apasionantes para cualquier amante de los caballos, pues muestran a Alec galopando en la playa con el corcel, abriendo los brazos sin sujetarse y disfrutando enormemente. Poco tiempo después llega a la isla un barco pesquero portugués y un grupo de marineros se acerca remando. El niño llama su atención y ellos se lo llevan entre forcejeos al barco, pues no quiere irse sin el caballo. El corcel salta al agua y nada hasta la embarcación, por lo que los marineros deciden subirlo también.

Alec regresa a casa en Estados Unidos junto con el caballo, y es recibido como un héroe. Se queda con él y lo nombra The Black (El Negro). Al poco tiempo por accidente conoce a un jockey del hipódromo en retiro, quien al estilo dramático de Hollywood convierte a El Negro en un campeón de las carreras, pero sin dejar de restarle mérito a la cinta

La estrella: Cass Ole

Hay que destacar que la relación que se crea entre este impetuoso animal y Alec es el deseo de todo niño. En mi caso la escena que me hizo apasionarme por los caballos y desear algún día tener mi propio corcel negro fue donde lo cabalga y crea un vínculo con él. Nunca pensé que mi deseo se iba a cumplir: hoy en día tenemos a TFR Omran Haalik entre nosotros, y puedo decirles que la relación que tengo con él es muy parecida a la de Alec y el corcel negro

Esta cinta tuvo un gran éxito por la gran actuación de Alec (Kelly Reno), pero sobre todo por la del caballo que interpreta a El Negro (Cass Ole), semental Árabe egipcio nacido el 6 de marzo de 1969 en la granja de Donoghue Arabians en Texas. 

Fue criado originalmente para concursar y ganó más de 50 campeonatos y 20 subcampeonatos en su carrera de siete años como caballo de concurso. Fue hijo de Al-Marah Cassanova (padre) y Rapture (madre). Cass Ole falleció en 1993 cuando tuvieron que sacrificarlo al sufrir un fuerte cólico.

Filmó tanto El corcel negro como la secuela El retorno del corcel negro, que lo convirtieron en una auténtica celebridad. Hacía apariciones en galas y eventos de recaudación de fondos de beneficencia. En 1980 incluso ganó el galardón a la prevención de crueldad animal por la Sociedad Humanitaria (Humane Society), que se dedica a velar por el bienestar de los animales.  

Estuvo en la Casa Blanca y también presente en el discurso inaugural del entonces presidente Reagan. Hizo presentaciones en países como Italia y Marruecos antes de ser retirado del mundo del espectáculo para llevarlo a descansar a Texas. Tuvo 130 crías registradas, pero ninguna de ellas alcanzó su fama. No es una exageración cuando digo que Cass Ole fue toda una celebridad de los medios de su época.

Datos interesantes sobre la cinta

Hubo algunas adaptaciones que Coppola tuvo que hacer para poder filmar la película; la principal fue que el libro de Walter Farley describía a un corcel completamente negro y Cass Ole, aunque estaba registrado como tal, tenía un lucero blanco en la frente y albos blancos en cada una de sus patas, por lo que tuvieron que teñir sus pelos para que apareciera completamente oscuro. 

¿Por qué no buscaron un caballo Árabe negro en su totalidad? Bueno, para comenzar no son tan comunes, pero además Cass Ole tenía las cualidades necesarias, como un buen temperamento, lo que le ganó la simpatía de los productores de la película. 

Otra adaptación tuvo que ver con su crin y cola, ya que la raza no se caracteriza precisamente por tener crines muy largas y abundantes, así que para poder hacer más dramáticas las escenas de cuando corre por la playa, con la crin agitada por el viento, tuvieron que recurrir a implantes para lograr el efecto deseado. Cass Ole además tuvo varios dobles para las escenas de peligro, puesto que los dueños accedieron que actuara con la condición de que no hiciera ninguna toma donde corriera el más mínimo riesgo, por lo que se utilizaron otros caballos en escenas en las que galopa en la playa o salta del barco al mar.

Finalmente, sólo puedo añadir que esta película es realmente hermosa y los niños la disfrutan, quizá hay una escena digamos triste (cuando el niño pierde a su padre), pero restando eso la relación entre Alec y el corcel resulta inspiradora para cualquiera. Es una cinta que recomiendo mucho ver, sobre todo para los amantes del caballo y en particular de la raza Árabe, e incluso tal vez deberían considerar comprarla.

José Luis Flores

Jinete de Endurance ecuestre