//Kukulkán, un caballo fuera de serie

Kukulkán, un caballo fuera de serie

A lo largo de 76 años por el Hipódromo de Las Américas han pasado miles de caballos. Muchos han seguido de largo, relegados en la historia, otros dejaron marca y se les rememora. Hay aquellos que se volvieron leyenda al hacer grandes proezas, pero han sido pocos que ya sin nada que demostrar en México han intentado brillar en la hípica norteamericana, donde sólo compiten los mejores. Uno de estos guerreros es Kukulkán, de Cuadra San Jorge, que este 2019 puso en alto a la hípica mexicana.

Su invitación para la Pegasus World Cup, la segunda carrera más rica del mundo y sólo superada por la Dubái World Cup, no es fortuita. Demostró su clase, y ya con cuatro años es quizá uno de los más grandes de nuestra hípica: su récord invicto en Sotelo de 14 victorias lo demuestra. Por supuesto hemos tenido a otros que también se han aventurado en busca de fama en la Unión Americana, entre los más importantes están: El Villano, Habano y, por supuesto, el gran Pikotazo, uno de los mejores corredores mexicanos.

El Villano, de Cuadra GL, fue doble ganador del Hándicap de Las Américas (1983 y 1984), probó suerte en EU en 1985, sin embargo, la calidad mostrada en Las Américas no le fue suficiente para el Hipódromo de Mar y en Hollywood Park, su mejor resultado fue un cuarto lugar en el Avatar Stakes. El atleta regresó a la arena de Sotelo para seguir sumando clásicos, y por el momento ostenta el récord con mayor número de Stakes ganados, 15 en total, que comparte con Vivian Récord, superando así a Huitlacoche, único por el momento que podría alcanzarlo y que tiene 14 en su poder.

Habano, nacido el 17 de enero de 1978, hijo de Ferrol en Miss Tepeji por Breezy Lane, como dosañero tuvo destacados triunfos. En 1981 fue llevado al país vecino y su primera participación de grado fue en Keeneland, en el Blue Grass Stakes. Después participó en el Derby de Kentucky, aunque llegó en último de 20 corredores. En 1982 regresó a Las Américas para seguir cosechando triunfos hasta 1984, que concluyó su vida como corredor.     

Pikotazo, hijo de Get Around en Cookie Can por Jet’s War Date, nunca perdió en México, conservó su invicto en 10 salidas en Sotelo. Fue el quinto ganador de la Triple Corona en Las Américas en 1980. Mostrada ya su calidad fue llevado a Nueva York para participar en el Belmot Stakes, tercera joya de la Triple Corona norteamericana y cementerio de los velocistas al ser la más larga de la serie.

El caballo de don Justo Fernández no se achicó y por más de una milla estuvo al frente del poderoso pelotón para sorpresa de los aficionados y del comentarista. Al final sus patas ya no le respondieron y fue relegado a la décima posición. En ese mismo año fue llevado a Venezuela para representar a la delegación mexicana en el Clásico Internacional del Caribe donde triunfó. Al terminar su vida como corredor se quedó como semental, lo que fue el mejor homenaje a su talento.


El más grande

Kukulkán nació en enero de 2015 en Rancho San Jorge, cuna de grandes campeones como Huitlacoche e Igor, ambos ganadores del tradicional Hándicap de Las Américas. Debutó el 6 de mayo de 2017 con Moisés González García. En su primera salida se mostró fuerte, venciendo por un cuerpo a Lucky Valentina; esta sería la mínima ventaja que le dejó a sus rivales, pues en sus siguientes 13 salidas no le pudieron recortar la distancia.

Como dosañero consiguió el Clásico Carlos Gómez, el Clásico Dominciano, y los millonarios Roberto A. Ruiz y Futurity Mexicano. Pero lo mejor vendría más adelante, pues se dice que un caballo se desempeña mejor a sus tres años.

La Triple Corona de México es un evento que atrae a los fanáticos, quizá porque son pocos los ejemplares capaces de consagrarse y escribir su nombre en la historia, pues cada uno tiene su distancia ideal, que es aquella donde se brinda el espacio idóneo para mostrar sus mejores aptitudes.

Es bien sabido que en batallas así es necesario tener velocidad, paso, resistencia y remate en los tres enfrentamientos: el Stakes Jockey Club Mexicano, el Gran Premio Nacional, y el Derby mexicano. En la temporada 2018 Kukulkán fue un fuera de serie y dominó las tres, por lo que unió su nombre a la historia hípica junto con Plucky Flag, Cachava, Re-Torta, Gran Zar, Pikotazo, Dominciano y Huitlacoche, únicos ganadores de la Triple Corona.

Después de su hazaña el siguiente paso era la Serie Hípica del Caribe. Tras dominar en el Clásico Criadores Mexicanos y Clásico Kremlin, consiguió los puntos necesarios y se reportó listo para su viaje al Hipódromo de Gulfstream Park, de Florida.

Por su récord de 13 de 13, en 2018 muchos lo consideraban como favorito para vencer a los caribeños y emular a su media hermana Jala Jala, quien dominó a los machos en el Clásico del Caribe en 2017. Pero fueron más los detractores que afirmaban en redes sociales que no podría, pues las condiciones serían distintas.

Choque internacional

Galopando, sin esforzarse, con buena estrategia viniendo de atrás y con monta magistral de Irad Ortiz Jr., Kukulkán humilló a sus rivales para conseguir ese Clásico con un premio de 300 mil dólares. En Las Américas destrozó a los tresañeros nacionales e importados. El 9 de diciembre de 2018 lo hizo con lo mejor de la región caribeña para llegar a su victoria 14 consecutiva.

La súper estrella del entrenador Fausto Gutiérrez esperó el momento indicado al bordear la curva final, colarse entre dos adversarios, rebasar a su compañero de establo Kandinsky y alejarse solo hacia la meta.

Nadie lo pudo alcanzar, fue imparable. Con este triunfo en el Clásico Internacional del Caribe, México empató el número de victorias en la historia de esta justa internacional, posee 13 en igualdad con Venezuela y se coloca a una diana de Panamá. Su actuación hizo que los ojos de América se posaran en él por lo que fue invitado a la Pegasus World Cup, donde actúan los mejores de Estados Unidos.

Sangre de campeones

Kukulkán es hijo de Point Determined en The Real Mayo, por línea paterna tiene sangre de Point Given, ganador del Belmont y Preaknes Stakes en 2001, dos joyas de la Triple Corona norteamericana. Su madre le heredó la genealogía de Bernardini, multicampeón en Stakes, uno de ellos el Preakness Stakes, segunda gema de la Triple Corona norteamericana en 2006.

Sus jinetes

Moisés González acompañó a Kukulkán en seis victorias durante su etapa como dosañero. A Moi sólo le faltaba una Triple Corona y con él lo hubiera logrado, pero un accidente lo alejó de las pistas. El panameño José Ortega, seis veces líder en Las Américas tomó las riendas y con él repitió la hazaña de ser triple coronado, que ya había logrado con Huitlacoche en 2015.

Luis Manuel Jiménez en su etapa de aprendiz tuvo el honor de montarlo, así como Miguel Ángel Rodríguez en el Clásico Kremlin. Irda Ortiz lo montó magistralmente en el Clásico del Caribe, mientras Frankie Dettori lo condujo en la Pegasus World Cup  

La carrera más rica de Estados Unidos

“Si vamos a perder el invicto será contra los mejores”, declaró Fausto Gutiérrez, su preparador, y así pasó.  Tenía muy pocas posibilidades, sin embargo, pese a las condiciones de la pista (nunca había corrido en lodo), entregó lo mejor de sí guiado por el astro italiano Frankie Dettori, uno de los mejores del mundo.

Kukulkán se despidió de su invicto, no obstante no hubo reproches del público, quien lo reconoció y aplaudió su esfuerzo: es un orgullo en la hípica nacional. Se quedará en EU haciendo campaña y quizá regrese en mayo para el Hándicap de Las Américas para reafirmar su supremacía y seguir construyendo su leyenda.