//Princesa, el ángel de Cuadra el Camino

Princesa, el ángel de Cuadra el Camino


La historia de Princesa es muy diferente al resto de muchos otros rescates que hemos realizado en Cuadra El Camino. Dicen por ahí que las casualidades en esta vida no existen, y eso es algo que pudimos constatar con la llegada de esta hermosa yegua.

Un buen día nos reportaron un caballo necesitado. Así que acudimos al lugar del rescate y nuestra sorpresa fue encontrarnos que este ejemplar, a quien posteriormente llamaríamos Princesa, no estaba maltratada (como por desgracia ocurre con todos los equinos que hemos tenido oportunidad de recoger y ayudar); de hecho su condición corporal era buena y a simple vista se veía clínicamente sana.

No obstante no debíamos confiarnos y como parte de nuestra responsabilidad hacia los equinos que tenemos a nuestro cargo nos hicimos cargo de ella. Por eso estuvo internada en el Hospital para Équidos de la UNAM, en donde le practicaron las evaluaciones médicas correspondientes y de rigor, pudiendo comprobar que por fortuna teníamos razón: se trataba de una yegua completamente sana.

Para colmo de nuestro entusiasmo inicial, su llegada al santuario de Cuadra El Camino fue muy fácil, sin mayor esfuerzo se adaptó de inmediato a la manada, e incluso en poco tiempo ya era parte de ella.

Una yegua con una misión especial

Cabe destacar que como parte de las labores de Cuadra El Camino también damos clases ecuestres a niños de todas las edades; nosotros aceptamos a todos y de hecho algunos de ellos presentan alguna discapacidad.

Para ello nos damos a la tarea de seleccionar cuidadosamente a los mejores caballos, aquellos ejemplares que cumplan con el perfil idóneo para brindar dichas clases, ya que es una responsabilidad muy grande trabajar con niños, principalmente porque nuestro mayor interés (sobre todo en casos especiales), es rehabilitar y habilitar procesos físicos, psicológicos, de aprendizaje y por supuesto, también formar grandes jinetes.

Debido al buen carácter y magnífica disposición de Princesa, un buen día decidimos darle la oportunidad de formar parte de las clases, ya que su comportamiento nos indicaba que ella era apta, así que pusimos manos a la obra en este nuevo proyecto y poco apoco la fuimos introduciendo con los niños de nuestro programa.  

Para gran alegría nuestra, su respuesta fue maravillosa y fue ahí donde nos dimos cuenta de por qué había llegado con nosotros en el momento adecuado. Sin lugar a dudas, Princesa es la yegua más dulce, paciente y comprensiva con los pequeños, desarrolla las terapias con una magia inigualable y logra una gran conexión entre los niños y ella. Sobra decir que de nuestra hermosa maestra equina sólo hemos tenido  grandes satisfacciones, así como mucho agradecimiento por parte de los padres de familia.

Encontrar un caballo con este grado de entrega, que se adapte a las diferentes necesidades de los niños no es tarea fácil. Sin embargo ella llegó a Cuadra El Camino para convertirse en el ángel de todos esos chicos que necesitan de su ayuda. ¡Ni con la mejor selección hubiéramos encontrado a una yegua tan amorosa y comprometida con su labor como lo hace Princesa! Es realmente una bendición tenerla a nuestro lado: nos ha dado más de lo que nosotros le hemos brindado.

Como mencionaba al inicio, las casualidades no existen. Nuestra Princesa tenía marcado su destino y consistía en encontrarnos, por eso estamos sumamente orgullosos de ella y al mismo tiempo, agradecidos con la vida por permitirnos tener a esta maravillosa yegua con nosotros. ¡Gracias infinitas, Princesa!


Toni Camil, Rancho El Camino