//Charrería: tradición ecuestre de México para el mundo

Charrería: tradición ecuestre de México para el mundo

En el 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), otorgó una declaratoria oficial en la que reconoce al deporte de charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El suceso tuvo verificativo en su onceava asamblea anual realizada en Adís Abeba, Etiopía. Para comprender un poco mejor la importancia de este hecho, resulta obligado hacer una pequeña retrospectiva de los motivos por los cuales se llegó a tal determinación, así como señalar la mecánica y formas cómo se desarrolló y logró este trascendental acontecimiento.

Protegiendo las tradiciones

En primer término señalemos qué es la Unesco: un organismo que depende directamente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado precisamente para promover y preservar la educación, la ciencia, la cultura y las artes entre todos los pueblos del mundo. Según ésta, un Patrimonio de la Humanidad es aquel distintivo que se otorga a toda tradición o expresión cultural heredada de nuestros antepasados y transmitida a nuestros descendientes, tales como: tradiciones orales, usos sociales, rituales y actos festivos; además de conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, así como saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.

Por tanto, es visto como un depósito de la diversidad cultural y la expresión creativa, así como una fuerza motriz para las culturas vivas. En ediciones anteriores, tuvimos la oportunidad de platicar sobre los orígenes de la charrería, así como del desarrollo de cada una de sus faenas, por lo cual resultaría por demás tedioso retroceder en este rubro. Sin embargo, lo verdaderamente relevante en esta ocasión es referir el por qué nuestro deporte nacional adquiere otro tipo de matices y, sobre todo, características que lo distinguen sobre cualquier otra disciplina deportiva.

La charrería, más allá de considerarse como un deporte oficialmente reconocido por las autoridades, ha generado primeramente historia, y busca de manera afanosa preservar nuestras costumbres (esto desde el siglo XVI). Por otra parte, ha dado pie para que grandes pensadores y escritores, en diferentes épocas, plasmaran en letras su expresión literaria de manera vibrante y apasionada; testigo de esto son los poemas y cuentos que hablan sobre el tema. También con singular belleza pictórica, muchos artistas plásticos plasmaron la magia del color de esta tradición, retratando así la vida del campo y de sus habitantes. Finalmente la charrería motivó a los filarmónicos a la composición de música, misma que ha dejado profundas huellas y que ha trascendido por el mundo entero, principalmente a través del mariachi.

Por todo ello a partir del año 2006, un grupo de amantes de este deporte se dieron a la nada fácil tarea de solicitar ante la Unesco la declaratoria mundial. Gracias a la intervención y apoyo de diferentes instituciones gubernamentales y privadas (la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto de Antropología e Historia, así como un connotado grupo de artesanos mexicanos), hicieron suya esta iniciativa para hacerla llegar ante aquella organización mundial.

Una vez presentada tal iniciativa, se procedió a exponer lo motivos, razonamientos y fundamentos de dicha pretensión, mostrando con amplitud cada uno de ellos ante los representantes de los países reunidos en esa asamblea, como fueron: Austria, Chipre, Turquía, Bulgaria, Hungría, Colombia, Guatemala, Afganistán, India, Mongolia, Filipinas, República de Corea del Sur, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Etiopía, Senegal, Zambia, Argelia, Líbano, entre otros, logrando de esta manera que, por votación unánime, fuera aprobada tal iniciativa y por ende se decretara oficialmente a la charrería con este distintivo.

Un patrimonio salvaguardado

En la actualidad, y como resultado de la globalización, este tipo de tradiciones se encuentran en peligro debido a la transformación social que tienen los pueblos en el mundo; es por eso que con esta declaratoria se alienta a las comunidades a proteger y promover este deporte.

La importancia del Patrimonio Cultural Inmaterial estriba en el acervo de conocimientos y técnicas que son transmitidas de generación en generación. En este caso, la charrería se integró gracias a que se considera un medio que transmite valores sociales como el respeto y la igualdad entre todos los miembros de la comunidad, contribuyendo a la cohesión social. Por ello el apoyo que tuvo de las instituciones arriba mencionadas fue también posible, gracias a la presencia de otras agrupaciones y personas que impulsaron de manera firme y decidida este proyecto.

La iniciativa no sólo buscó reconocer al deporte, sino también salvaguardar su historia. La Asoc. Nacional de Charros, A. C., la Asoc. de Charros de Jalisco, A. C. P. A., la Asoc. de Charros de Polotitlán, A. C., la Asoc. de Charros de Huichapan, A. C., la Asoc. de Charros de San Juan del Río, A. C., la Asoc. de Charros de Morelia, A. C., la Asoc. de Charros Tuna Alta, A. C., La Peña Charra “JMA”, con el respaldo indiscutible de los gobernadores de Jalisco, Estado de México y de la Ciudad de México, hicieron posible el suceso.

Otras personas, como el Lic. Gabriel Cabello, Manuel y Javier Basurto García Rojas, y desde luego el titular de la Federación Mexicana de Charrería, A. C., el Dr. Miguel Ángel Pascual Islas, también contribuyeron para que esta declaratoria fuera un hecho. Recordemos que esta distinción no sólo trasciende para la charrería, sino para todo el país, pues nos debe llenar de orgullo y satisfacción, este distintivo al deporte nacional.

Además nos invita a profundizar más y conocer nuestros orígenes, costumbres y tradiciones, buscando en todo momento trasmitirlas a las nuevas generaciones, para así evitar perder nuestra identidad. Con esta declaratoria, México se convierte en el país de América Latina con más inscripciones en la lista de patrimonios de la Unesco, entre las que se encuentran: la festividad del Día de Muertos y el mariachi.

El mexicano a caballo, desde siempre, ha hecho historia dentro de nuestro país a través de sus diferentes épocas y circunstancias. Por ello, a manera de colofón, parafraseo este pensamiento que viene muy acorde con la declaratoria emitida por parte de la Unesco: “el charro forjó la Patria a lomo de caballo”.